N.57 – Argentina, Brasil y Uruguay crean el Centro

El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza, firmó el Memorándum de Entendimiento para la Creación del Centro Latinoamericano de Biotecnología (CABBIO), con sus contrapartes en Brasil y Uruguay.

El objetivo del Memorándum es la latinoamericanización de las actividades llevadas a cabo por el Centro Argentino-Brasileño de Biotecnología, que es su antecedente directo y en el marco del cual -desde su creación en 1986- se llevan adelante actividades de formación de doctorandos y estudiantes en el área de la biotecnología. A través del acuerdo se busca potenciar los recursos científicos y tecnológicos de la región en el ámbito de la biotecnología, con el fin de proporcionar una mayor independencia tecnológica a los países.

Durante la firma del Memorándum, Salvarezza destacó la importancia de que un instrumento concebido inicialmente como binacional se transforme en un instrumento regional y con ideas de extenderlo a Latinoamérica. La creación del Centro Latinoamericano de Biotecnología se hace posible luego de más de 30 años de actividad continua del Centro Argentino-Brasileño de Biotecnología (CBAB/CABBIO). Esta cooperación bilateral entre Brasil y la Argentina, con valiosos aportes de Uruguay durante la última década, tuvo excelentes resultados a través de cursos, proyectos conjuntos de investigación y actividades de interés común. Entre los diversos resultados cabe señalar (hasta 2019) la participación de 6.500 estudiantes en el marco de 490 cursos y 140 proyectos trinacionales.

Acompañaron al ministro Salvarezza, en la ceremonia virtual, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la República Federativa del Brasil, Marcos Pontes; y el ministro de Educación y Cultura de la República Oriental del Uruguay, Pablo Da Silveira. Cerró el evento el director Trinacional del CABBIO, Héctor Álvarez, destacando el comienzo de una nueva etapa para el Centro.

La firma de este acuerdo entre los Ministerios de los tres países, que constituye un hito histórico para el Centro y para la cooperación internacional en ciencia de la región, contribuirá de forma significativa a consolidar la relación regional en el ámbito de la biotecnología. Además, servirá de marco formal para que otros países de la región que ya cooperan con el Centro, como Paraguay y Colombia, puedan sumarse formalmente potenciando las capacidades científicas conjuntas en esta área.