Newsletter DPT Nro. 34

ISSN 2618-236X

Febrero / 2019

Medicina digital, inteligencia artificial y responsabilidad civil

Como producto de la revolución tecnológica se plantean profundos cambios en el ámbito de la salud y se incorporan prácticas e instrumentos que ponen en crisis las formas de cuidado tradicionales.

La medicina digital, la telemedicina y la inteligencia artificial son ejemplos paradigmáticos de esta nueva era que obligan a repensar ciertas concepciones jurídicas tradicionales, del derecho de daños y del derecho de consumo, o al menos a revalorizar las conductas humanas en tales ámbitos.

La telemedicina contribuye a mejorar la equidad y la accesibilidad en el ejercicio del derecho a la salud. El uso prudente y racional de la comunicación digital, entre médicos y pacientes, podría generar además las siguientes ventajas: (a) Comunicación rápida, efectiva y económica, (b) Mejora en estándares de atención (alertas, seguimiento, adherencia a tratamientos, etc.), (c) Respuestas efectivas para cuestiones administrativas (turnos) y en lectura de resultados de exámenes complementarios, y (d) Mayor adhesión a los tratamientos.

Pero también pueden mencionarse desventajas de la comunicación médica virtual (no presencial): (a) Limita el encuentro personal, esencial para una escucha activa, (b) Empobrece la comunicación y el lenguaje, exaltando los datos por encima de la clínica, (c) Se debilita  la posibilidad de auditoría del acto médico, (d) Aumenta el riesgo sobre la confidencialidad de los datos y la intimidad de pacientes, (d)  La ausencia de un marco regulatorio específico podría generar incertidumbre médico-legal, (e) Indefinición o ambigüedad respecto del ámbito o jurisdicción para determinar la responsabilidad de los actores.

La utilización de la Inteligencia Artificial (IA) en salud es una de las áreas de mayor desarrollo en materia de análisis predictivos, medicina de precisión y apoyo a las decisiones clínicas. Sin embargo, la IA nunca podrá reemplazar habilidades y atributos humanos insustituibles, tales como el sentido común, la valoración moral, el planteo de dilemas éticos, la empatía y la compasión

La actual coexistencia del sistema asistencial digital con el modelo médico tradicional hipocrático constituye una novedad para el mundo jurídico. Para lograr una relación médico-paciente segura, de calidad y respetuosa de la dignidad humana resulta prioritario armonizar ambos modelos. Debería preservarse el “escuchatorio” como componente medular del ejercicio profesional, apoyado por el acercamiento virtual como complemento de ese “encuentro entre una conciencia y una confianza”.

Dado que la medicina es la más humana de las ciencias y la más científica de las humanidades, la medicina digital, la telemedicina y la inteligencia artificial deberán enmarcarse dentro de esa definición. En términos aristotélicos, el justo medio: ser amos de la tecnología, no sus esclavos.

Fuente: “Medicina digital, inteligencia artificial y responsabilidad civil. Por Ignacio Maglio, IntraMed, 03/12/2018