N.73 – Se logró rejuvenecer 30 años las células

Durante el envejecimiento, las células introducen errores en su código a medida que se replican, lo que eventualmente resulta en una progresiva declinación de las personas. Una de las principales herramientas para corregir errores en el genoma es la creación de células madre “inducidas”. Pero las prácticas existentes pueden borrar algunos de los marcadores en el genoma que codifican la especialización de la célula, por ejemplo, los que determinan que una célula funcione como una célula de la piel.

En el artículo aquí reseñado se describe cómo un equipo del Instituto Babraham en Cambridge (Reino Unido), liderado por Wolf Reik -en alianza con Chronomics Limited (Reino Unido), Instituto Gulbenkian de Ciência (Portugal) y Altos Labs (Reino Unido)- logró rejuvenecer 30 años las células de la piel de una mujer de 53 años, es decir, que su piel sea similar a la de una mujer de 23 años de edad. Se prevé que este descubrimiento podría extenderse a otros tejidos del cuerpo humano.

En experimentos que simularon una herida en la piel, las células más viejas se expusieron a una mezcla de sustancias químicas que las “reprogramaron” para que se comportaran como células más jóvenes. Esto ya había sido logrado anteriormente por Shinya Yamanaka (premio Nobel en 2012) quien, en 2007, demostró la posibilidad de convertir células normales en células madre y creó un método de borrado y reprogramación centrado en 4 genes clave conocidos como “factores de Yamanaka”, que pueden convertir las células adultas en células madre jóvenes capaces de formar casi cualquier tejido del cuerpo.

El nuevo método del Instituto Babraham -denominado “reprogramación transitoria de la fase de maduración”- se basa en la técnica creada por Yamanaka pero representa un avance porque no borra completamente la célula original. El hecho de que el proceso de reprogramación pueda detenerse parcialmente permite encontrar un equilibrio entre hacer que las células sean biológicamente más jóvenes y preservar su función celular especializada. A las células parcialmente reprogramadas se les da el tiempo necesario para crecer en condiciones normales y recuperar su función específica. El análisis del genoma muestra que las células recuperan los marcadores característicos de las células de la piel (fibroblastos), y esto se confirmó al observar la producción de colágeno en las células reprogramadas.

La clave de la investigación no reside en que las personas prolonguen la duración de sus vidas, sino que vivan el mayor tiempo posible con una salud aceptable. Ello significa, en cierta medida, mejorar la calidad de vida durante la senectud.

Aun cuando el estudio transita sus primeras fases, las aplicaciones más tempranas podrían darse en tratamientos para personas mayores que hayan padecido quemaduras o cortes, ya que las células rejuvenecidas serían mejores para curar heridas al producir más proteínas de colágeno. Los investigadores también observaron que su método tuvo un efecto alentador en otros genes relacionados con enfermedades y síntomas vinculados con la edad. Estos incluyeron el gen APBA2, que está asociado con la enfermedad de Alzheimer, y el gen MAF, que interviene en el desarrollo de cataratas.

Sin embargo, los investigadores señalaron que aún no se comprende completamente el mecanismo que subyace a la reprogramación y que debe explorarse más a fondo antes de que los hallazgos puedan aplicarse a la medicina regenerativa. El siguiente paso será extender estos ensayos a las células de otros tejidos como músculos o hígado. Si enfoques similares o nuevas terapias pudieran rejuvenecer las células inmunitarias, en el futuro podría aumentarse la respuesta de las personas a la vacunación, así como su capacidad para combatir infecciones.

Cabe señalar que varios investigadores que trabajaron en el experimento del Instituto Babraham se unieron a Altos Labs, una startup respaldada por grandes inversores de Silicon Valley, que ha contratado a numerosos premios Nobel para trabajar en el rejuvenecimiento de las células humanas en un intento por prevenir ciertas enfermedades de la vejez. Ver (4).