N.71 – La inteligencia artificial puede mejorar

La inteligencia artificial (IA) exhibe un notable potencial para mejorar la salud y el bienestar de las personas mayores (PM). Sin embargo, debido a factores de diseño, implementación y uso, la IA conlleva también el riesgo de replicar la discriminación por edad y minar la calidad de la atención que recibe ese grupo poblacional.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió los siguientes riesgos: (a) que los datos que alimentan a la IA pueden no ser representativos de las PM o estar sesgados por estereotipos, prejuicios o conceptos discriminatorios, (b) que los supuestos erróneos sobre cómo desean vivir o interactuar las PM con la tecnología pueden sesgar su diseño y alcance, y (c) que la forma en que se utiliza la IA puede reducir el contacto intergeneracional o profundizar las barreras para el acceso de las PM a los servicios que requieren. Con el objetivo de reducir o eliminar tales riesgos, la OMS presentó -el 9/02/2022- un conjunto de políticas englobadas en ocho (8) puntos:

(a) Participación de las PM en el diseño de la IA que usarán: Supone capacitación y oportunidades educativas para que las PM (con inclusión diversa en edad, género, etnia, raza y capacidades) intervengan en los procesos de diseño. Los diseñadores y programadores deben estar entrenados para reconocer las diversas necesidades y evitar factores discriminatorios.

(b) Formación de equipos de proceso de datos con personas diversas: Los equipos responsables de seleccionar, validar y aplicar los datos para el diseño y operación de las tecnologías de IA deben incluir integrantes diversos en edad, género, etnia, raza, capacidades y otros parámetros.

(c) Recopilación de datos que incluyan edad: Las PM deberán estar adecuadamente representadas en el conjunto de datos que alimentará a la IA.

(d) Inversiones en infraestructura y alfabetización digital para PM: Debe garantizarse que las PM dispongan de infraestructura apropiada, entiendan el propósito de la IA y aprendan a usarla.

(e) Derecho de las PM a consentir u oponerse: Las PM deben tener la última palabra en decisiones críticas y ejercer su capacidad de elegir y dar su consentimiento respecto de cómo usar las tecnologías digitales. Por otra parte, dichas tecnologías no deben sustituir (sin consentimiento individual) la atención o tratamientos proporcionados por profesionales de la salud o cuidadores.

(f) Marcos de gobernanza y regulaciones para empoderar y trabajar con las PM: Deben instaurarse mecanismos para que los gobiernos, el sector privado y todos los actores implicados trabajen en conjunto con las PM y aborden la cuestión de la exclusión o discriminación por edad.

(g) Mayor investigación para comprender los nuevos usos de la IA y evitar sesgos: A medida que las PM aumenten el uso de la IA deberá indagarse si existe discriminación por edad, raza o sexo, e identificar medidas para mitigarla o eliminarla

(h) Ética en el desarrollo y aplicación de la IA: Es necesario basar el desarrollo y la aplicación de la IA en una ética sólida que identifique los riesgos de discriminación por edad y que evalúe los efectos positivos y negativos de esa tecnología en las PM.