La inteligencia artificial y los médicos: Factores favorables y desfavorables

Hay quienes sostienen que los sistemas de Inteligencia Artificial (IA) superan a los médicos en el desempeño de ciertas tareas. Otros opinan que tales sistemas nunca podrán replicar la calidad vincular de la relación médico-paciente.

Factores favorables de la IA

Con base en el aprendizaje continuo los sistemas de IA pueden ser más precisos y fiables que los médicos para realizar diagnósticos, pronósticos e intervenciones quirúrgicas.

El “aprendizaje automático” permite a los sistemas de IA aprender constantemente sin las interferencias culturales e institucionales del aprendizaje humano (escuelas de pensamiento, preferencias o intereses comerciales). Si bien los sistemas de IA podrían estar sujetos a sesgos de sus diseñadores, ello podría superarse mediante revisiones independientes y posteriores replanteos.

Los sistemas de IA incorporan nuevos conocimientos y se perfeccionan –aun en factores éticos, económicos y sociales- con una velocidad que los humanos no pueden igualar.

Solo los sistemas de IA pueden procesar los crecientes volúmenes de datos que se generan a través de dispositivos de monitoreo personal y colectivo en forma remota, así como “asimilar” los resultados de sus análisis. Asimismo, el procesamiento del lenguaje natural permite a esos sistemas “leer” literatura científica en rápida expansión y ejercer un aprendizaje permanente.

La introducción de sistemas impulsados por la IA podría contribuir al aumento de la eficiencia y la efectividad. También podría animar a los pacientes a consultar sobre ciertos problemas que les provocan inquietud sin sentir incomodidad o vergüenza.

Factores desfavorables de la IA

Los médicos seguirán siendo mejores para tratar y comprender al paciente como una persona completa e integrada socialmente, así como para obtener un conocimiento holístico de la enfermedad con relación a la vida del paciente. Tal conocimiento involucra confianza, respeto y responsabilidad, atributos que no son fácilmente accesibles para las máquinas.

El uso de la IA en medicina resulta limitado cuando deben tratarse factores sociales, culturales y emocionales que contribuyen a la enfermedad. Los médicos pueden escuchar e interpretar (intersubjetivamente) el significado de diferentes aspectos de las vidas de los pacientes, mientras que los sistemas de IA pueden exhibir “empatía” como una cuestión de forma, pero permanecen emocionalmente desconectados.

Un posible escenario futuro

En un posible escenario futuro los sistemas de IA potenciarán el procesamiento y el desarrollo de conocimientos, mientras que los médicos podrán focalizar, en mayor medida, en los factores esenciales de la condición humana.