Newsletter DPT Nro. 47
ISSN 2618-236X
Abril / 2020
Organización Mundial de la Salud / Gobierno de China: Informe de la misión conjunta sobre la Enfermedad Coronavirus 2019 (COVID-19)
El 11/03/2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a la COVID-19 como “pandemia”, dada su propagación extendida por varios países o continentes. Al respecto, el director general de la OMS -Tedros Adhanom Ghebreyesus- señaló inquietud por la insuficiente atención de diversos países a la prevención, detección, preparación, tratamiento, aprendizaje y liderazgo político en favor de las personas.
Con relación a tales cuestiones, anteriormente -el 28/02/2020- se publicó el informe de la misión conjunta entre la OMS y el gobierno de China –constituida por 13 expertos extranjeros y 12 chinos- para estudiar el estado de la (entonces) epidemia de COVID-19 y la efectividad de la respuesta de ese país.
Los integrantes de la misión visitaron Beijing, Shenzhen, Guangzhou, Chengdu y Wuhan (la ciudad originaria y epicentro de la COVID-19). Concurrieron a hospitales, laboratorios, empresas, mercados húmedos (de animales vivos), estaciones de tren y oficinas estatales locales. También revisaron los resultados de diversos análisis de datos masivos sobre la epidemia.
El informe es inequívoco acerca de la eficacia de la respuesta china: “El enfoque audaz de China para contener la veloz propagación de este nuevo patógeno respiratorio cambió el curso de una epidemia mortal y de rápido crecimiento”; “China ha lanzado quizás el esfuerzo de contención de enfermedades más ambicioso, ágil y agresivo de la historia”, señala el informe.
El gobierno chino desarrolló un esfuerzo sin precedentes para el rastreo y seguimiento de contactos de casos confirmados. Por otra parte, adoptó drásticas (y controvertidas) medidas como el aislamiento de Wuhan y ciudades cercanas en la provincia de Hubei, que puso en cuarentena obligatoria a más de 50 millones de personas desde el 23 de enero. Ello evitó efectivamente la migración de individuos infectados hacia otras regiones del país. Mientras tanto, los habitantes de otras regiones se pusieron en cuarentena voluntaria con monitoreo de líderes vecinales.
Las agresivas medidas de “distanciamiento social”, implementadas en todo el país, incluyeron la cancelación de todo tipo de actividades y eventos colectivos. Muchas empresas cerraron sus plantas de producción, así como sus oficinas.y locales de atención al público.
Dos redes de teléfonos móviles ampliamente utilizadas en el país -AliPay y WeChat- contribuyeron, de distintas maneras, al cumplimiento de las restricciones. Por ejemplo, permitieron al gobierno seguir los movimientos de las personas y evitar el desplazamiento de individuos con infección confirmada. La calificación del estado de salud de cada persona, en su teléfono móvil, con un código cromático (verde, amarillo, rojo) informó a los guardias sobre quiénes podían pasar en las estaciones de tren y otros puntos de control.
El informe señala que las enérgicas medidas contribuyeron a lograr el control de la epidemia cortando las cadenas de propagación. Hubo una combinación de “cuarentenas y buenos distanciamientos sociales realizados de manera muy efectiva con la maquinaria establecida en los vecindarios, facilitada por el tratamiento de grandes datos (“big data”) con algoritmos de inteligencia artificial (IA)”.
Otro de los factores destacados en el informe es la actuación del sector salud. Por ejemplo, más de 40.000 médicos, enfermeras y otros miembros del sector, de todo el país, acudieron voluntariamente a la (inicialmente afectada) provincia de Hubei para apoyar en la contención del brote.
Se señala también el acceso gratuito a los servicios de salud, a las pruebas y a la atención médica por parte de todas las personas enfermas o presuntamente contagiadas. El gobierno chino construyó (en cuestión de días) 14 hospitales temporales en todo el país, incluidos 2 en Wuhan, para proporcionar miles de camas a los enfermos. El aplanamiento de la curva de casos, logrado mediante la confluencia de medidas restrictivas, dio tiempo para expandir la capacidad de atención, de manera que los centros de salud pudieron atender adecuadamente a todos los enfermos, sin descartar a quienes tenian menor posibilidad de supervivencia.
La notoria reducción de las tasas de contagio y de mortalidad muestra cómo China pudo alterar el curso de la epidemia, que fue cortada mientras crecía y se detuvo súbitamente.
La pregunta es si el mundo podrá extraer lecciones de la experiencia de China, y si podrán funcionar en otros países los bloqueos masivos y las medidas de vigilancia electrónica impuestas por el gobierno de ese país. El informe señala: “El sistema político de China puede lograr el cumplimiento público de medidas extremas de control social y vigilancia intrusiva. El país tiene también una capacidad extraordinaria para ejecutar rápidamente proyectos intensivos a gran escala”: “Ningún otro país en el mundo podría hacer lo que hizo China.”
Si bien el informe menciona algunas áreas en las que China necesita mejorar, elogia el “profundo compromiso del pueblo con la acción colectiva frente a esta amenaza común”. Cabe ahora verificar cómo se comportará el virus cuando se levanten las estrictas medidas de control y la inmensa población retorne a su actividad normal.
Los aprendizajes emergentes de la experiencia de China implican -para otros países- el desafío de responder a la COVID-19 con análogos niveles de disciplina y solidaridad social, pero con disímiles posibilidades de coerción.
Existen, al respecto, otros buenos ejemplos cercanos a China, tales como los de Corea del Sur, Hong Kong, Japón, Singapur y Taiwán.
En la sección Perspectivas de este mismo número presentamos un conjunto de posibles escenarios de futuro con relación a la COVID-19, así como aportes de simulación digital para visualizar la dinámica de la pandemia.
Referencias:
(1) WHO Director-General’s opening remarks at the media briefing on COVID-
(2) Report of the WHO-China Joint Mission on Coronavirus Disease 2019 (COVID-19) – 16-24 February 2020
(3) “China’s aggressive measures have slowed the coronavirus. They may not work in other countries” By Kai Kupferschmidt, Jon Cohen, March. 2, 2020
(4) “Research and development on therapeutic agents and vaccines for COVID-19 and related human coronavirus diseases”. Cynthia Liu, Qiongqiong Zhou, Yingzhu Li, Linda V. Garner, Steve P. Watkins, Linda J. Carter, Jeffrey Smoot, Anne C. Gregg, Angela D. Daniels, Susan Jervey, and Dana Albaiu. ACS Central Science Article ASAP. March 12, 2020. © 2020 American Chemical DOI: 10.1021/acscentsci.0c00272
https://pubs.acs.org/doi/10.1021/acscentsci.0c00272
(5) “Ethics Committee Reviews of Applications for Research Studies at 1 Hospital in China During the 2019 Novel Coronavirus Epidemic”. Hui Zhang, Fengmin Shao, Jianqin Gu, Li Li, Yuming Wang. JAMA. Published online March 23, 2020. DOI: 10.1001/jama.2020.4362
(6) “Report 10: Public Response to UK Government Recommendations on COVID-19: Population Survey”. Christina Atchison, Leigh Bowman, Jeffrey W Eaton, Natsuko Imai, Rozlyn Redd, Philippa Pristera, Charlotte Vrinten, Helen Ward. Imperial College COVID-19 Response Team 17-18 March 2020. 20 March 2020. DOI: 10.25561/77581