Newsletter DPT Nro. 49

ISSN 2618-236X

Junio 2020

COVID-19: Planes para un acceso global y equitativo a vacunas y fármacos

1.- Introducción

Las respuestas de la mayor parte de los gobiernos, frente a la pandemia COVID-19, se centraron en identificar casos y rastrear contactos, así como en establecer cuarentenas, distanciamiento social, barreras territoriales, cierres de fronteras, restricciones al transporte y otras drásticas intervenciones.

En la medida que las demandas económicas y sociales condicionan a los gobiernos para flexibilizar tales intervenciones, se renuevan los temores ante una enfermedad aún no controlada y con peculiaridades todavía desconocidas.

Hoy existe una clara competencia en la investigación y desarrollo de vacunas y terapias contra la enfermedad, hallándose diversos candidatos en desarrollo preclínico o clínico, mientras que algunos fármacos recibieron la “autorización de uso de emergencia (EUA) para COVID-19” de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE.UU.

Frente a perspectivas relativamente promisorias de algunos fármacos y vacunas, emerge cierta inquietud por la posibilidad de que países con altos ingresos concentren el suministro de los posibles medicamentos en detrimento de los países con bajos o medianos ingresos (PBMI).

En esta nota reseñamos tres artículos referidos a los planes que hoy se están concertando -entre gobiernos, organizaciones internacionales, empresas privadas e instituciones filantrópicas- para: (a) acelerar el desarrollo de vacunas y terapias contra COVID-19, (b) garantizar una distribución global equitativa de tales productos, y (c) propiciar una aceptación generalizada por parte de los destinatarios y sus comunidades (superando las resistencias a vacunación)

 

2.- Un plan para acelerar el desarrollo y el acceso global a vacunas

El primer artículo (1) se refiere a un plan articulado por un conjunto de calificados expertos -de gobierno, industria y academia- para acelerar el desarrollo de vacunas contra COVID-19.

Se señala la necesidad de relevantes caudales de creatividad, compromiso, colaboración y recursos para desarrollar vacunas seguras y efectivas que puedan fabricarse y entregarse -en una escala de miles de millones de dosis- para proteger a la comunidad global de la amenaza del coronavirus SARS-CoV-2.

Ello exige armonizar cada paso del proceso: (a) la constitución de un organismo común de supervisión, (b) la concertación de criterios para evaluar los estudios de vacunas en curso, (c) la concertación de pautas para asegurar transparencia e intercambio de datos, (d) la reunión de los recursos necesarios –públicos, privados y filantrópicos- para lograr la capacidad requerida de fabricación y distribución de las vacunas.

En el artículo se hace particular referencia al reciente programa de colaboración público-privada ACTIV (Accelerating COVID-19 Therapeutic Interventions and Vaccines), liderado por los National Institutes of Health (NIH) de EE.UU. Se informa además sobre una plataforma colaborativa para realizar -en paralelo- ensayos armonizados, aleatorizados y controlados de eficacia y seguridad para varias vacunas candidatas.

Concluye señalando que, dadas las dificultades previsibles en los PBMI para cubrir el costo de las vacunas, la distribución, la cadena de frío y la cobertura generalizada para sus comunidades e individuos, se requiere una cooperación estratégica global que involucre a los sectores público, privado y filantrópico.

 

3.- Un plan para el acceso global a vacunas y fármacos

En el segundo artículo (2) se destaca que los actuales escenarios son propicios para planificar la fabricación, financiamiento y distribución de vacunas y terapias contra COVID-19, con el propósito de satisfacer las necesidades mundiales de manera equitativa y orientada a la salud pública.

El artículo presenta un marco que, sustentado en organismos y foros internacionales existentes, resalta las siguientes características para un posible plan:

(a) Gobernanza flexible y confiable

El plan debería sustentarse en organizaciones internacionales ya establecidas, en coordinación con instituciones, financiadores, gobiernos y compañías farmacéuticas. Ello contribuirá a generar confianza y a resistir eventuales intentos de influencia política o comercial.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) debería desempeñar un rol central en la formulación, coordinación e implementación del plan, ya que sus atribuciones, junto a su credibilidad y experiencia, son indispensables para promover el acceso equitativo.

La OMS involucraría también a las entidades que desarrollan vacunas y fármacos, así como a las que apoyan la adquisición por parte de los PBMI, incluidos la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), la Alianza Global para Vacunas e Inmunizaciones (GAVI) y el Fondo Internacional de Finanzas para la Inmunización (IFFIm).

La transparencia regulatoria para la aprobación de productos infundirá confianza global, reducirá los costos de desarrollo y acelerará la disponibilidad en los mercados menos rentables. Los entes reguladores podrán aprovechar redes ya establecidas, como la Coalición Internacional de Autoridades Reguladoras de Medicamentos (ICMRA).

(b) Financiamiento adecuado y previsible

Se establecerán mecanismos efectivos de financiamiento para la investigación y desarrollo de vacunas y terapias en PBMI. Los compromisos de financiamiento serán claros, previsibles y plurianuales.

El Banco Mundial podría actuar como anfitrión del mecanismo de financiamiento, con la GAVI y el IFFlm. El Banco Mundial podría implementar exitosamente sus servicios del Mecanismo de Financiamiento de Emergencia para Pandemias (MFEP), con su experiencia y credibilidad en la operación de fondos fiduciarios dedicados.

(c) Asignación basada en la evidencia y orientada a la salud

La asignación global de recursos para terapias y vacunas contra COVID-19 debería guiarse por información completa y precisa sobre el tamaño, la distribución y los perfiles de riesgo de las poblaciones afectadas, las capacidades de los países y datos esenciales de vigilancia de la salud.

La participación en el plan de asignación global de recursos estaría sujeta al compromiso de abrir la colaboración científica, la transparencia y el intercambio de datos y muestras biológicas, con base en pautas comunes.

 

4.- Pautas para programas de vacunación contra COVID-19

En el tercer artículo (3) se señala que, en caso de lograrse un programa de vacunación COVID-19 seguro para todo el mundo, deberá disponerse de un plan para propiciar adecuados niveles de aceptación, tanto del público en general como de la comunidad de salud. Los procesos conducentes a la aceptación pública de la vacuna deben iniciarse antes de que ésta esté disponible (con las correspondientes aprobaciones de eficacia y seguridad). Para ello, se sugieren los siguientes lineamientos: (a) la vacuna deberá distribuirse de manera equitativa y justa, priorizando a las personas con mayor riesgo de complicaciones o de transmisión, (b) deberán abordarse proactivamente los potenciales obstáculos para la aceptación de la vacuna mediante mensajes adecuados para cada comunidad, (c) deberán desarrollarse sólidas campañas educativas sobre la vacuna, aprovechando las redes sociales, y (e) deberá enseñarse, a los trabajadores de atención médica de primera línea, a formular recomendaciones sólidas sobre la vacuna.

5.- Previsiones iniciales de financiamiento

En febrero de 2020, el Banco Mundial y la CEPI, que financia el desarrollo de vacunas, organizaron conjuntamente una consulta mundial, la cual condujo a la constitución del Grupo de Trabajo para el Desarrollo de Vacunas COVID-19, dedicado a cuestiones de fabricación y financiamiento de vacunas para su accesibilidad global.

La CEPI estima que desarrollar hasta tres (3) vacunas durante los próximos 12 a 18 meses requerirá una inversión de al menos U$S 2.000 millones. Esta estimación incluye ensayos clínicos de fase 1 de ocho (8) candidatos, progresión de hasta seis (6) candidatos a través de ensayos de fase 2 y 3, cumplimiento de los requisitos reglamentarios y de calidad para al menos tres (3) vacunas, y mejora de la capacidad de fabricación global para tres (3) vacunas. No se incluyen aquí los costos de fabricación, distribución y entrega.

Fuentes primarias:

(1) “A strategic approach to COVID-19 vaccine R&D”. Lawrence Corey, John R. Mascola, Anthony S. Fauci, Francis S. Collins. Science. Policy forum. 11 May 2020: eabc5312. DOI: 10.1126/science.abc5312

(2) “The equitable distribution of COVID-19 therapeutics and vaccines. Thomas J. Bollyky, Lawrence O. Gostin, Margaret A. Hamburg. Journal of the American Medical Association (JAMA). Viewpoint COVID-19: Beyond Tomorrow. Published May 7, 2020. DOI:10.1001/jama.2020.6641

3) “Planning for a COVID-19 Vaccination Program”. Sarah Schaffer DeRoo, Natalie J. Pudalov, Linda Y. Fu, JAMA (Journal of the American Medical Association). Viewpoint COVID-19: Beyond Tomorrow. Published online May 18, 2020. DOI:10.1001/jama.2020.8711

Fuentes complementarias:

“Ensuring global access to COVID-19 vaccines”.Gavin Yamey, Marco Schäferhoff, Richard Hatchett, Muhammad Pate, Feng Zhao Kaci, Kennedy McDade. The Lancet. Published: March 31, 2020. DOI: 10.1016/S0140-6736(20)30763-7

“NIH lanzará una asociación público-privada para acelerar las opciones de vacuna y tratamiento de COVID-19”. NIH. 17 de abril de 2020