Newsletter DPT Nro. 49

ISSN 2618-236X

Junio 2020

NOTICIAS DE INVESTIGACION

Las urgencias de una pandemia

¿Justifican “flexibilizar” los requisitos de investigación y publicación?

La presente reseña vincula dos artículos referidos a una supuesta “excepcionalidad” con relación a las normas de desarrollo y publicación de estudios biomédicos, pretendidamente sustentada en las urgencias emergentes de la pandemia COVlD-19.

El primer artículo (1) se refiere específicamente a los requisitos metodológicos de la investigación que no deberían ser obviados por ninguna supuesta urgencia. En el segundo artículo (2) se develan los nuevos criterios adoptados -por las “plataformas de pre-impresos” y por revistas de biomedicina- para revisar la superabundancia de artículos que reciben sobre COVID-19.

Primer artículo: requisitos metodológicos ineludibles (1)

En el primer artículo (1) se señala que la pandemia COVID-19 provocó una avalancha en el registro de estudios clínicos, pero también indujo la percepción de que las crisis justifican: (a) cierta “flexibilización” de normas metodológicas de calidad científica, (b) la superposición de numerosos estudios estancos -con hipótesis y orientaciones similares- lo cual implica cierto despilfarro de esfuerzos, y (c) cierto apresuramiento en la difusión de resultados de investigación a través de “versiones pre-impresión”, omitiéndose la necesaria revisión por pares calificados.

Si bien las crisis presentan importantes desafíos, la misión de la investigación es siempre reducir la incertidumbre para que los sistemas de salud y los formuladores de políticas aborden, con mejores elementos de juicio, las cuestiones de salud individual y pública. Como consecuencia, en lugar de generar “permiso” para relajar requisitos de la investigación, las pandemias deberían aumentar la responsabilidad de los actores clave para coordinar sus actividades con los estándares necesarios para avanzar en la referida misión.

La percepción de que los requisitos metodológicos de la investigación pueden “flexibilizarse” o “relajarse” en situaciones de crisis (“excepcionalismo”) se sustentaría en tres “fundamentos”, que a continuación se presentan junto con los respectivos cuestionamientos esenciales:

(a) La supuesta necesidad de “equilibrar” el rigor científico con la velocidad requerida en las respuestas. Cuestionamiento: Durante las primeras fases del desarrollo de fármacos suelen generarse señales prometedoras que no siempre se confirman en ensayos posteriores. La proliferación de resultados parciales y prematuros puede generar pistas falsas que desvíen recursos (escasos) a prácticas ineficaces, y retrasen la adopción de intervenciones realmente efectivas.

(b) La creencia de que los requisitos de la investigación rigurosa se contraponen a las urgencias de la atención médica. Cuestionamiento: Esta creencia queda invalidada al considerar que los estudios tienen el objetivo de aportar evidencia suficiente para respaldar alternativas efectivas y descalificar las ineficaces.

(c) Las supuestas atribuciones discrecionales de investigadores y patrocinadores sobre la organización y diseño de estudios. Cuestionamiento: Tal discrecionalidad debe supeditarse a las regulaciones, pautas y controles para alinear la conducta de investigación con el interés público.

En el artículo se señala que, para que las partes interesadas puedan cumplir con sus responsabilidades sociales, la investigación debe cumplir cinco condiciones de valor social:

(a) Importancia: Los ensayos y pruebas deben capturar las alternativas terapéuticas y profilácticas más prometedoras, según la evidencia disponible, y detectar efectos verificados clínicamente significativos.

(b) Diseño riguroso: Los ensayos deben estar diseñados de tal manera que los resultados (positivos y negativos) satisfagan las necesidades informativas de los médicos y los sistemas de salud. Sin embargo, muchos estudios actuales sobre la pandemia presentan hallazgos no concluyentes que siembran confusión

(c) Integridad analítica: Los diseños deben formalizarse en protocolos registrados y evaluarse de acuerdo con especificaciones previas, mientras que los ensayos deben informarse en forma completa, inmediata y coherente con los análisis preespecificados. Sin embargo, muchos estudios actuales sobre la pandemia tienden -en las versiones pre-impresión- a resaltar resultados positivos y a minimizar los no positivos.

(d) Control de calidad: Dada la escasez de pares revisores calificados, la proliferación de documentos de baja calidad (en versiones “pre-impresión”) afecta la capacidad de los destinatarios para poner los hallazgos en contexto antes de su publicación. Varios ensayos recientes que tuvieron amplia cobertura de prensa no adhirieron a estándares establecidos.

(e) Viabilidad: Los estudios deben mostrar una perspectiva creíble de alcanzar sus objetivos y completarse dentro del tiempo en que la evidencia sea procesable. Si bien esta condición está en tensión con las demás, el hacer “viable” una investigación relajando las cuatro condiciones precedentes contradice la justificación social de la misma. Para cumplir con el requisito de viabilidad, los investigadores, patrocinadores, sistemas de salud y reguladores deben cooperar y colaborar para concentrar los recursos en una cartera de estudios que satisfagan las condiciones anteriores.

Los médicos deberían adherir a protocolos controlados para contribuir a que los estudios de alta calidad se completen rápidamente -cubriendo los debidos requisitos-.en beneficio de la salud individual y pública.

Las agencias reguladoras y las autoridades de salud pública deben liderar la identificación de estudios que cumplan con estos estándares y fomentar la colaboración para garantizar resultados oportunos. También deben evitar las recomendaciones públicas o las autorizaciones de “uso en emergencia” para intervenciones cuyos méritos clínicos aún no se han establecido.

En un informe sobre la ética y la investigación científica, un comité de la Academia Nacional de Medicina de EE.UU. sostuvo que la investigación clínica frente a una epidemia está sujeta (sin perjuicio de la sensación de emergencia) a los mismos requisitos científicos y éticos que rigen toda investigación sobre sujetos humanos.

Sin un liderazgo sólido de los reguladores, las autoridades sanitarias y los principales organismos de financiamiento, la responsabilidad de coordinar las actividades de investigación recae en una amplia gama de partes con diversos intereses, incentivos y recursos. Las exigencias de situaciones de crisis -como las pandemias globales- demandan medidas excepcionales para combinar esfuerzos, dividir el trabajo y determinar efectividad.

Segundo artículo: nuevos criterios para la revisión de artículos (2)

En el segundo artículo (2) se señala que –con motivo de la pandemia COVID-19- las normas de publicación científica están cambiando rápidamente para absorber el desbordante caudal de estudios vinculados a la temática.

Los servidores de “pre-impresión”, donde se publican manuscritos antes de la revisión por pares, están saturados de estudios. Los dos más populares en materia de coronavirus -bioRxiv y medRxiv- han publicado ya más de 3.000 estudios sobre el tema. Las ventajas de los servidores de “pre-impresión” son claras: los estudios y sus resultados pueden difundirse rápidamente. Sin embargo, al carecer de revisión por pares, es difícil verificar su calidad, lo que podría resultar perjudicial.

BioRxiv y medRxiv cuentan con un proceso de revisión en dos etapas. En la primera, los manuscritos son examinados por personal interno que verifica eventuales problemas como plagio y incompletitud. Luego son examinados por académicos o especialistas voluntarios que ponderan contenido científico y eventuales riesgos para la salud o la bioseguridad. Pero, durante la pandemia, los revisores están atentos también a otras cuestiones adicionales; por ejemplo, contenidos que podrían alimentar teorías conspirativas.

El gran volumen de investigaciones sobre coronavirus, junto con los criterios específicos de revisión, también está modificando la revisión por pares en las revistas de investigación biomédica. Varios títulos, como Science, revistas publicadas por Cell Press, The BMJ y Nature manifiestan un aumento sustancial en la presentación de artículos referidos al coronavirus, y algunas aceleraron drásticamente el proceso de revisión por pares para garantizar una rápida difusión. Cabe inferir que podría haberse privilegiado aquí el criterio de oportunidad sobre los de confiabilidad y validez, lo cual alteraría el sentido de las revistas científicas.

Referencias:

(1) “Against pandemic research exceptionalism”. Alex John London, Jonathan Kimmelman. Science 23 Apr 2020: eabc1731 DOI: 10.1126/science.abc1731

(2)How swamped preprint servers are blocking bad coronavirus research: repositories are rapidly disseminating crucial pandemic science and they’re screening more closely to guard against poor-quality work”. By Diana Kwon. Nature News, May 7, 2020. DOI: 10.1038/d41586-020-01394-6