N.57 – Cómo lograr el éxito de un emprendimiento

La autora del artículo reseñado se desempeña como emprendedora residente en el Instituto Francis Crick de Londres y tiene a su cargo la mentoría de investigadores científico-tecnológicos que se inician en la interfaz con la industria. El plan de estudios traslacionales del Instituto Crick apoya a doctorandos e investigadores posdoctorales para desarrollar sus investigaciones de manera que puedan generar impactos en el mundo real.

Comienza señalando que un emprendedor exitoso debe vincular diversos factores e influir en las personas. Debe ser capaz de recaudar dinero, presentar ideas, generar confianza, liderar e inspirar a su equipo, así como ser mentor de investigadores que dan sus primeros pasos en la intersección entre la investigación y la industria.

En la interfaz academia/empresa se necesita una gran paciencia para construir relaciones, tener muchas conversaciones (en gran parte inconducentes) y afrontar prolongados períodos de tiempo sin tener certezas acerca de las posibles decisiones.

Para construir una empresa exitosa, desde la intersección investigación-industria, deben considerarse los siguientes pilares clave:

(a) Necesidad del mercado: ¿Satisface la idea una necesidad del mercado? ¿Cómo se ha verificado esa necesidad? Los investigadores suelen estar tan “enamorados” de sus ideas que se olvidan de indagar cómo funcionarán en el mundo real o quién estará dispuesto a pagar por ellas. Es necesario anticiparse a conversar, con los potenciales usuarios, sobre el impacto de la tecnología propuesta y obtener comentarios críticos de los eventuales clientes.

(b) Tecnología: ¿Cómo puede demostrarse, de forma fácil y económica, una “prueba de concepto” funcional de la idea? ¿Cómo puede protegerse la idea? Si la idea no puede protegerse, nadie invertirá en ella.

(c) Personas: Para desempeñarse como director ejecutivo de un emprendimiento es crucial disponer de un amplio liderazgo. Tienen un alto riesgo de fracasar los investigadores que no están dispuestos a relacionarse y escuchar comentarios y críticas. Dado que en la comunidad biotecnológica hay personas decentes, generosas y dispuestas a brindar tutoría y consejería, la construcción de redes permitirá contar oportunamente con sugerencias apropiadas.

(d) Finanzas: Si bien la recaudación de fondos (mediante subvenciones y diversos tipos de inversión) es siempre difícil para las empresas en etapa inicial, el financiamiento resulta particularmente difícil durante la pandemia de COVID-19.

Un emprendedor exitoso necesita escuchar y mantener la mente permanentemente abierta. Pero también necesita resistencia, resiliencia y persistencia para afrontar reiterados rechazos. El hablar de “retrocesos” (en lugar de “fracasos”) facilita el ejercicio de la resiliencia para levantarse y pensar en nuevas formas de avanzar.

Los investigadores de Crick trabajan junto con investigadores de grandes, medianas y pequeñas empresas. Asimismo, Crick ha desarrollado un modelo innovador para trabajar con multinacionales farmacéuticas (como GlaxoSmithKline, AstraZeneca y Merck & Co) que contribuye al desarrollo de innovaciones, habilidades y experiencias de trabajo en la industria;

El Instituto Crick ejecuta diversos programas para ayudar a los investigadores a insertarse en el mundo de la industria:

• El esquema interno de subvenciones (“Idea to Innovation” (i2i)): ofrece subvenciones a investigadores que tienen una idea con potencial impacto en el mundo real. Ha financiado 39 proyectos en los últimos 3 años, por un valor total de alrededor de £ 3 millones. El equipo traslacional del instituto trabaja con investigadores para desarrollar sus proyectos, apoyar su crecimiento y ayudarlos a participar en rondas de financiamiento.
• El programa nacional PULSE con la Asociación de Bioindustria del Reino Unido: Dirigido a emprendedores en ciencias de la vida, generalmente directores ejecutivos primerizos que han salido directamente de la academia. Es un campo de entrenamiento de 3 días para hasta 25 personas, que cubre temas como cómo proteger la idea, construir un equipo y recaudar fondos. Es una oportunidad para establecer contactos y proporciona un entorno “seguro” para presentarse ante un panel de inversores.
• La escuela de verano: se trata de un programa de 4 días para 65 científicos biomédicos, científicos de datos y tecnólogos, en asociación con el Instituto Alan Turing (un instituto de ciencia de datos en Londres), y el inversionista de talento Entrepreneur First.
• KQ Labs: es el programa anual de Crick acelerador de aplicaciones en salud (basado en datos) de 16 semanas, que se ofrece a 10 empresas emergentes del Reino Unido. Su segunda cohorte se graduó a principios de marzo (justo antes del cierre) con un Demo Day en el que los líderes de las nuevas empresas presentaron sus proyectos en una sala repleta de inversores.

Concluye señalando que los investigadores que tienen grandes ideas no siempre tienen el deseo o el perfil personal adecuado para dirigir una empresa. Es frecuente que prefieran permanecer en el mundo académico, lograr que otras personas dirijan el negocio y continuar involucrados como integrantes del consejo asesor científico, como consultores o como titulares de acciones de fundadores. Pero aquellos que deciden probar suerte en el mundo empresarial deben aprestarse para un viaje en “montaña rusa”, sin un instante de aburrimiento en la oficina.