Newsletter DPT Nro. 76

ISSN 2618-236X

Septiembre / 2022

NOTICIAS EDUCATIVAS Y PEDAGOGICAS
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¿En qué medida son eficaces los compromisos formales de integridad por parte de investigadores?

¿Contribuyen a prevenir y evitar practicas cuestionables en la investigación?

En sucesivas oportunidades se comentaron, en esta sección, diversos cuestionamientos referidos a las actitudes –dilatorias o tolerantes- exhibidas frecuentemente por instituciones académicas con relación a la prevención, indagación y tratamiento de supuestas prácticas cuestionables en sus propios ámbitos de investigación.

La presente reseña comprende seis artículos. El primero (1) trata sobre la propuesta, en Francia, de un “juramento de integridad ética” por parte de los doctorandos, con el propósito de prevenir y evitar prácticas cuestionables en la investigación. El segundo (2) se refiere a las virtudes del reconocimiento de errores en la investigación y de la “retractación honorable” en las publicaciones afectadas. El tercero (3) trata sobre casos de plagio y falsificación de datos en un prominente laboratorio de investigación sobre cáncer. El cuarto (4), con base en un caso reciente y aún pendiente de resolución, señala las interferencias que suelen manifestarse en la indagación de casos de “mala conducta” en la investigación. El quinto (5) aborda un caso de conducta cuestionable de investigación en biología marina, El sexto (6) alude a un caso de supuesta tolerancia institucional frente a conductas cuestionables en investigación con primates.

1.- Primer artículo: En Francia se propone un juramento de integridad ética de los doctorandos: ¿En qué medida será eficaz para prevenir y evitar practicas cuestionables en la investigación? (1)

Ya sea que estudien bioinformática, historia o astrofísica, los doctorandos en Francia pronto tendrán que formalizar un “juramento de integridad” cuando defiendan exitosamente sus tesis, en lo que parece ser la primera iniciativa nacional de este tipo. Pocos son los actores –tanto en Francia como en otros países- que creen que el juramento pueda prevenir y evitar -por sí solo- la mala conducta en la investigación. No obstante, hay quienes lo ven como un paso simbólico en la dirección correcta que podría inspirar sucesivos cambios favorables.

Stéphanie Ruphy, directora de la Oficina Francesa para la Integridad de la Investigación (OFIS), quien contribuyó en la redacción del “juramento” señaló que durante los últimos años se aceleraron los esfuerzos de Francia para promover activamente la investigación honesta y confiable, mediante: (a) la formulación -en 2015- de una carta nacional que establece las responsabilidades de los investigadores, (b) la creación de la OFIS en 2017, (c) la redacción de procedimientos relacionados con la integridad de la investigación en la ley en 2020, y (d) las normas promulgadas recientemente, por ejemplo, para permitir que las universidades soliciten la ayuda de OFIS para nombrar un panel externo para examinar los casos de supuesta mala conducta.

Se prevé que el nuevo “juramento” (“Me comprometo a mantener la integridad en mi relación con el conocimiento, con mis métodos y con mis resultados”) será obligatorio para quienes cursen sus doctorados en todos los campos disciplinarios y que agregará solemnidad a los rituales de graduación. Si bien no marcará el ingreso a un organismo profesional específico (como en el caso del juramento hipocrático para los médicos), ni será legalmente vinculante, los investigadores podrían invocarlo para fundamentar y fortalecer su oposición a practicas cuestionables. Se trataría esencialmente de una medida simbólica para afirmar los valores comunes del “buen investigador”, para fortalecer el sentido de profesionalismo entre los investigadores, así como para empoderarlos para cuestionar incentivos viciosos.

Concluye señalando que, si bien el “juramento” por sí solo no solucionará los profundos problemas éticos que se manifiestan cotidianamente en los ámbitos de investigación, se trata de una “iniciativa positiva” y cabe esperar que otros países sigan el ejemplo de Francia.


2.- Segundo artículo: Las virtudes del reconocimiento oportuno de errores en la investigación y de la “retractación honorable” en las publicaciones afectadas (2.1.) (2.2.)

En nuestra cultura académica la retractación se percibe como un estigma vergonzante. En el artículo aquí reseñado el autor formula un testimonio personal con relación a un artículo publicado en Evolution sobre el cual debió retractarse. El objetivo del testimonio es relatar qué sucedió y cómo se manejó, para contribuir a promover las retractaciones honestas.

Cuando el autor descubrió el error en sus experimentos, podría haberlo silenciado y probablemente nadie lo hubiera notado, pero venció la actitud de apropiarse honestamente de sus propios errores en vez de “enterrarlos”. El proceso no le resultó nada fácil. Primero, descubrir los factores causantes del error fue un proceso gradual, en parte porque al autor no se le ocurrió que experimentos en los que había invertido tantos recursos, tiempo y autoestima podrían haber resultado tan mal. Supuso que los primeros resultados imprevistos se debían a algún error en los códigos, la omisión de algún parámetro necesario o la insuficiente comprensiٴón de alguno de los múltiples supuestos del modelo bioinformático utilizado. Pero posteriormente llegó a la explicación más simple y dolorosa: se había equivocado y a lo grande. Desde hacía muchos meses había estropeado el experimento con un alto costo en dólares. En ese momento adquirieron pleno sentido los extraños resultados obtenidos y confirmó lo peor: debía retractarse del artículo publicado.

Naturalmente lo sintió como un fracaso. Había encarado la investigación con buena fe y creía que las ideas básicas tenían un mérito genuino, pero no podía quitarse la idea de haber defraudado a las personas e instituciones que habían confiado e invertido en el proyecto. Tuvo que dar conocer la noticia tanto a legos como a investigadores, profesores, posdoctorados, compañeros de posgrado, miembros de su familia, así como a los editores de la revista donde había publicado los resultados contaminados. La respuesta de apoyo de todos ellos fue unánime. Nadie (excepto él mismo) reprochó sus errores técnicos o las pérdidas de tiempo y dinero. No obstante, no podía disipar el propio sentimiento de que había fallado.

Lo positivo residió en los aprendizajes obtenidos durante aquella experiencia: (a) el estigma que percibía provenía fundamentalmente de su propio ego, (b) cuán amables pueden ser las personas con quienes reconocen honestamente sus errores, y (c) lo que realmente interesa es investigar lo mejor posible, evitar errores y corregir con honestidad y humildad aquellos que eventualmente se cometan o generen.

Como moraleja de la historia, el autor formula las siguientes sugerencias: (a) Despliegue sus mejores esfuerzos para una investigación confiable, (b) Piense en todas las formas en que puede verificar la validez de sus experimentos, (c) Cuando se descubran problemas después de la publicación, retráctese y retire el artículo, (d) Apoye a los investigadores y estudiantes que muestren honestidad y convicción cuando señalan sus propios errores, y (e) Nunca debería avergonzar una retractación honesta, aunque siempre debería haber arrepentimiento y aprendizaje por lo que no se tuvo en cuenta.


3.- Tercer artículo: Plagio y falsificación de datos en un prominente laboratorio en investigación sobre cáncer (3)

Diversas investigaciones, durante la última década, identificaron indicios de mala conducta en trabajos provenientes de un destacado laboratorio de investigación del cáncer dirigido por Carlo Croce en la Universidad Estatal de Ohio (OSU). Croce, miembro de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., obtuvo amplio reconocimiento por sus trabajos sobre factores genéticos del cáncer. Pero durante años enfrentó acusaciones de plagio e imágenes falsificadas en estudios de su grupo. En total, 11 artículos de los que es coautor resultaron retractados y 21 requirieron correcciones. Se hallaron múltiples casos de mala conducta, incluida la falsificación de datos y el plagio, por parte de las investigadoras Michela Garofalo y Flavia Pichiorri, en artículos generados en el laboratorio de Croce. Si bien se determinó que el propio Croce no era responsable de esas malas conductas, se cuestionó la forma en que manejaba su laboratorio, y se le solicitó que se retractara o corrigiera más de una docena de artículos con problemas que incluían texto plagiado o imágenes falsificadas.

Según Elisabeth Bik, consultora de integridad de la investigación en California. “Este parece ser un laboratorio donde ha habido una tremenda presión para producir ciertos resultados, con poca tutoría y escasos puntos de control sobre la integridad de los datos. Croce debería asumir la responsabilidad de todos los resultados publicados bajo su nombre”.

En el artículo aquí reseñado se detallan pormenorizadamente los diversos hallazgos y acusaciones de mala conducta en la investigación contra Croce, Garofalo y Pichiorri, los alegatos, demandas e impugnaciones de éstos contra el consejo de administración de la OSU, así como los diversos procesos institucionales, académicos, editoriales y judiciales desarrollados y aún en desarrollo.

Todavía no está claro si la Oficina de Integridad de la Investigación (ORI) del gobierno de EE.UU., a la que la OSU dice haber informado sobre sus hallazgos de mala conducta, tomará alguna medida adicional como resultado de las investigaciones de la universidad. La ORI, que forma parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EE.UU., puede revisar las investigaciones universitarias y, en ocasiones, ordenar que se vuelvan a realizar. También puede formular sus propios hallazgos sobre mala conducta en investigaciones realizadas con fondos del Department of Health & Human Services (HHS) y disponer sanciones contra los investigadores involucrados.

 

4.- Cuarto artículo: Indefiniciones en la indagación de casos de “mala conducta” en la investigación académica (4)

Ante una inminente audiencia sobre mala conducta en la investigación, el ecologista Jonathan Pruitt renunció a su prestigiosa posición en la Universidad McMaster (Canadá). Durante más de 2 años Pruitt había sido cuestionado por irregularidades o posible fabricación de datos en docenas de publicaciones. En un reciente comunicado, la institución canadiense confirmó que había llegado a un “acuerdo confidencial” con Pruitt, cuyo trabajo sobre el comportamiento social de las arañas ganó reconocimiento internacional y cuya disposición a compartir datos atrajo a muchos colaboradores entusiastas.

Pruitt fue puesto en licencia administrativa de McMaster en noviembre de 2021, luego de que la universidad concluyera una investigación inicial sobre las inquietudes planteadas por diversos investigadores. Pero la universidad no reveló aún ninguna conclusión de las indagaciones recientemente completadas sobre la actuación del cuestionado investigador. Ello induce cierta confusión acerca de qué trabajos de Pruitt continúan siendo confiables y si realmente hubo mala conducta en su investigación. El portavoz de McMaster, Wade Hemsworth, señaló que la universidad aún no había completado su trabajo sobre la investigación de Pruitt. Destacó además que “las acusaciones de mala conducta involucraron reclamos externos de investigaciones realizadas por Pruitt entre 2011 y 2015, período durante el cual había trabajado principalmente en la Universidad de Pittsburgh, y que posteriormente había realizado una investigación en UC Santa Barbara antes de unirse a McMaster en julio de 2018”.

Nicholas DiRienzo, un científico de datos que se retractó en varios artículos coescritos con Pruitt, manifiesta su decepción en materia de transparencia: “Todo el campo [queda] preguntándose qué investigación es buena y cuál no”, dice, y señala que Pruitt, mientras estuvo en McMaster, publicó varios artículos que también fueron cuestionados.

En 2020 los abogados de Pruitt aconsejaron a los editores de revistas y a los coautores de Pruitt que esperaran a que concluyera la investigación de McMaster antes de pasar a revisar o retractarse de los artículos que involucraban al ecologista. Pero varios coautores y editores de revistas ignoraron ese consejo y desde entonces se retractaron de los artículos de Pruitt.


5.- Quinto artículo: Un caso de conducta cuestionable en investigaciones en biología marina (5)

Una gran controversia en biología marina tomó un nuevo giro cuando la Universidad de Delaware (UD) encontró a uno de sus “investigadoras estrella” como responsable de mala conducta en la investigación. La universidad confirmó a Science que había aceptado la conclusión de un panel de investigación de que la ecologista marina Danielle Dixson cometió fabricación y falsificación de datos en su trabajo sobre el comportamiento de los peces y los arrecifes de coral. La universidad busca la retractación de tres de los artículos de Dixson y “notificó a las agencias federales correspondientes”, dice un portavoz.

El borrador del informe del panel de investigación delinea una imagen condenatoria del trabajo científico de Dixson: “El Comité fue impactado repetidamente por un patrón serial de descuido, mantenimiento deficiente de registros, copiar y pegar en hojas de cálculo, errores en muchos documentos bajo investigación y frecuentes desvíos con relación a los protocolos de ética animal establecidos”, escribió el panel, compuesto por tres investigadores de la UD.

Dixson no respondió a las solicitudes de comentarios. Ella “niega rotundamente todas y cada una de las acusaciones de irregularidades y apelará enérgicamente cualquier hallazgo de mala conducta en la investigación”, escribió la abogada de Dixson, Kristina Larsen, en un correo electrónico a Science. Las acusaciones contra Dixson han dividido profundamente a los ecologistas marinos, y algunos sugieren que los denunciantes actuaron por envidia profesional o para avanzar en sus propias carreras.

Dixson es conocida como exitosa científica y recaudadora de fondos para sus proyectos. Junto con uno de sus Ph.D. supervisores, el biólogo marino de JCU Philip Munday, Dixson fue pionera en la investigación sobre los efectos en los peces del aumento de los niveles de CO2 en la atmósfera, lo que hace que los océanos se acidifiquen. En una serie de estudios publicados desde 2009, demostraron que la acidificación puede desorientar a los peces, llevarlos a nadar hacia las señales químicas emitidas por sus depredadores y afectar su audición y visión. El trabajo posterior de Dixson se centró en la ecología de los arrecifes de coral.

Los denunciantes, un equipo internacional de investigadores académicos en biología marina, habían cuestionado durante mucho tiempo los datos informados por la pareja. Informaron también que no podían reproducir varias de las afirmaciones en sus propios estudios. Más tarde, algunos o de ellos solicitaron una investigación por mala conducta en el trabajo.

Varios ex miembros del laboratorio de Dixson apoyaron la solicitud de investigación de los denunciantes. Uno de ellos, la ex postdoctorado Zara Cowan, fue la primera en identificar las muchas duplicaciones en el archivo de datos para el artículo de Science ahora retractado. Otro, ex Ph.D., Paul Leingang, presentó por primera vez acusaciones contra Dixson ante funcionarios de la universidad en enero de 2020. Dejó el laboratorio poco después y se unió al grupo más amplio de denunciantes. Leingang, que había estado en el laboratorio de Dixson desde 2016, dice que sospechaba cada vez más de sus hallazgos. En noviembre de 2019 decidió rastrear en secreto algunas de las actividades de Dixson. Suministró a la investigación notas detalladas, conversaciones de chat y tuits de Dixson para demostrar que ella no dedicó suficiente tiempo a sus estudios de flujo para recopilar los datos que estaba anotando en sus cuadernos de laboratorio. El panel de investigación encontró convincente el relato de Leingang y lo elogió: “Es muy difícil, para un joven académico que busca un doctorado, desafiar a su asesor por motivos éticos”, dice el borrador del informe. “El Comité cree que se necesitó una gran valentía para presentarse tan explícitamente. Lo mismo ocurre con los demás miembros del laboratorio que respaldaron la actuación de la recurrente”. Esta historia fue apoyada por el Science Fund for Investigative Reporting.


6.- Sexto artículo: U
n caso de supuesta tolerancia institucional frente a conductas cuestionables en investigación con primates (6)

Ha provocado inquietud e incredulidad la decisión del Southwest National Primate Research Center (SNPRC) de retener a su director, con todas sus funciones, a pesar de haberse verificado que participó en malas conductas en la investigación. La indagación de la Oficina de Integridad de la Investigación (ORI) de EE. UU., publicada y reportada por primera vez por Retraction Watch, encontró a Deepak Kaushal culpable de “falsificar y fabricar -intencionalmente, a sabiendas y/o imprudentemente- datos en un estudio con monos que se publicó en un documento y dos solicitudes de subvención”.

“Es decepcionante que no haya consecuencias reales”, dice JoAnne Flynn, microbióloga de la Universidad de Pittsburgh que estudia la tuberculosis en monos, el tema del estudio de Kaushal. Le preocupa que el caso y la falta de acción del SNPRC alimenten las dudas del público sobre la investigación con animales. “Es malo para el campo”, dice ella. “Ya hay demasiada desconfianza hacia la ciencia”.

Los resultados de la indagación de la ORI tendrán ciertas consecuencias para Kaushal. Como parte de un acuerdo conciliatorio con ORI, su investigación será supervisada por un comité de profesores senior. Sin embargo, Kaushal conservará todas sus funciones en el SNPRC. “El Dr. Kaushal es un director destacado y transformador del SNPRC y el hallazgo de mala conducta en investigación no está directamente relacionado con sus funciones de liderazgo administrativo”, dice Lisa Cruz, vicepresidenta de comunicaciones.

Aún así, muchos se preguntan si Kaushal debería seguir siendo el director del SNPRC, que recibe unos U$S 10 millones en fondos federales por año y alberga a unos 2.500 titíes, babuinos y macacos. “Cualquier investigador que, a sabiendas e intencionalmente, falsifique datos con el fin de publicarlos científicamente y/o recibir fondos del gobierno, no debería poder dirigir una institución de investigación”, dice Ronald Desrosiers, exdirector del ahora desaparecido Centro de Investigación de Primates de Nueva Inglaterra. “Un error es una cosa, la falsificación intencional es otra”.

“Todos los investigadores deben estar sujetos a altos estándares éticos. Pero aquellos de nosotros que trabajamos con primates no humanos debemos cumplir con los más altos estándares éticos”, agrega Eliza Bliss-Moreau, quien estudia la neurobiología de las emociones en monos en el Centro Nacional de Investigación de Primates de California. “Somos administradores de la ciencia, pero también somos administradores de los monos”.

Referencias:

(1) “France will require Ph.D.s to take a research ethics oath: Most see it as a symbolic gesture, but some hope it could help bring real change”. By Tania Rabesandratana. Science. Science Insider Europe. A version of this story appeared in Science, Vol 377, Issue 6603.13 JUL 2022. DOI: 10.1126/science.add9319

(2.1.) Fuente: “Retraction with honor” By Joan E. Strassmann. Nature. July 16, 2022

(2.2.) Texto de la retractación: “Retracted: Tyler Larsen, Cara Jefferson, Anthony Bartley, Joan E. Strassmann, David C. Queller, Inference of symbiotic adaptations in nature using experimental evolution”. Evolution 2021, 75(4), 945–955 (https://doi.org/10.1111/evo.14193). This article retracts the following: First published: 02 July 2022 https://doi.org/10.1111/evo.14551

(3) “Exclusive: investigators found plagiarism and data falsification in work from prominent cancer lab” By Richard Van Noorden. Nature. News Feature. 20 July 2022. DOI: 10.1038/d41586-022-02002-5

(4) “Embattled spider biologist resigns university post: Ecologist Jonathan Pruitt agrees to leave McMaster University, but reasons are still undefined” By Elizabeth Pennisi. Science. Science Insider People & Events. 12 Jul 2022. DOI: 10.1126/science.add9160

(5) “Star marine ecologist committed misconduct, university says: Finding against Danielle Dixson vindicates whistleblowers who questioned high-profile work on ocean acidification” By Martin Enserink. Science. 9 Aug 2022

(6) “Primate research center head will keep job despite misconduct, provoking shock and dismay: Deepak Kaushal will retain full duties despite falsifying and fabricating data in a monkey study” By David Grimm. Science. 65 Aug 2022.