N.67 – Investigador del CONICET

Los residuos plásticos, que reúnen el 85% de los desechos en el mar, representan la mayor fracción de la basura marina. En una reciente evaluación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, por sus siglas en inglés), se advierte que para 2030 se duplicarán los volúmenes de contaminación plástica que fluyen hacia áreas marinas, con graves consecuencias para la salud humana, la economía mundial, la biodiversidad y el clima. Ya en la actualidad se verifican importantes daños y amenazas globales derivados de la contaminación plástica.

Andrés Arias, investigador de CONICET en el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO; CONICET-UNS) integró -durante los últimos 2 años- el equipo a cargo del referido informe como miembro del Scientific Advisory Committee de la UNEP, representando a la Argentina como científico asesor en lo referente a “Basura Marina y Contaminación Plástica”.

El reporte fue elaborado según el modelo habitual para documentos que abordan cuestiones multidisciplinarias y transversales para la ciencia. Todas las instancias se desarrollaron a partir de una sucesión de reuniones y talleres virtuales dentro de los distintos grupos temáticos de trabajo. Además, todos los investigadores involucrados, de más de 60 países, se reunieron presencialmente en un taller que se realizó en la sede central de UNEP en Nairobi (Kenia) en febrero de 2020, y continuaron los trabajos en las distintas sesiones temáticas.

El documento aporta una actualización completa de la problemática y señala a su vez las áreas sobre las cuales se deberían focalizar investigaciones futuras. Se sintetizó la evidencia sobre el grave riesgo al que está expuesta la vida marina: desde el plancton y los crustáceos hasta las aves, las tortugas y los mamíferos, así como el ahogamiento de corales, manglares y lechos de pastos marinos impedidos –por la basura plástica- de recibir oxígeno y luz . A esto se suma que la basura marina plástica gatilla riesgos ambientales en cascada y actúa como multiplicador de amenazas, explica el investigador. La evaluación muestra que la basura plástica puede actuar concomitantemente con otros estresores como el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos marinos.

La publicación -titulada “De la contaminación a la solución”- describe las distintas aristas del problema de la contaminación en los océanos, plantea la evidencia de escenarios complejos de cara al futuro, propone posibles respuestas al problema y aporta posibles bases para las discusiones y las acciones prioritarias que se debatirán en la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente de 2022. Incluye también análisis de vulnerabilidad humana ante la contaminación por plásticos: “Se señalan posibles cambios hormonales, trastornos del desarrollo, anomalías reproductivas, etc. Los plásticos normalmente se ingieren a través productos de mar, bebidas e incluso sal común; pueden atravesar tejidos y se inhalan cuando se suspenden en el aire”, amplia Arias.

El investigador concluye señalando: ”Aunque hay mucho camino recorrido en término de legislaciones, necesitamos desarrollar instrumentos de gobernanza global en torno a disminuir la tasa de producción actual, rediseñar las resinas bajo conceptos de sostenibilidad y estándares de alta degradabilidad en el ambiente, y aumentar la circularidad en todos los eslabones de la cadena del plástico”.