Newsletter DPT Nro. 72
ISSN 2618-236X
Mayo / 2022
NOTICIAS EDUCATIVAS Y PEDAGOGICAS
NOTICIAS INTERNACIONALES
Beneficios de los concursos en ciencia y tecnología
Y cómo evaluar la relación beneficio-costo de participar
Esta reseña comprende tres artículos referidos a los beneficios de los concursos y premios en ciencia y tecnología. El primero (1) reúne testimonios y sugerencias de distintos actores (académicos, ganadores, organizadores, jueces y personas de negocios) acerca de cómo obtener los mayores beneficios de dichos concursos y premios. El segundo (2) focaliza en cómo la evolución de los concursos contribuyó a aminorar sesgos y prejuicios discriminatorios. El tercero (3) se aplica aquí a la participación en premios como oportunidades de avance en la carrera académica.
1.- Primer artículo: Los certámenes científico-tecnológicos y sus beneficios (1)
Instituciones públicas y privadas de todo el mundo organizan concursos científico-tecnológicos para detectar y aprovechar aportes valiosos de expertos en determinadas disciplinas. Nature entrevistó a organizadores de concursos, jueces, inversores y ganadores para indagar sobre los beneficios de los concursos en términos de aportes a la innovación y al espíritu empresarial. A continuación se reseñan los testimonios de entrevistados con distintos roles.
(a) “La Ganadora”: Lianna Genovese – Director ejecutivo y fundador de Imaginable Solutions en Hamilton, Canadá, ganadora del Premio Nacional Canadiense James Dyson en 2021
Cuando estudiaba ingeniería biomédica en la Universidad McMaster en Hamilton, Canadá, Lianna ganó el Premio Nacional Canadiense James Dyson 2021, cuyo objetivo es inspirar a estudiantes universitarios para resolver problemas sociales utilizando diseños de ingeniería. Su idea ganadora fue un dispositivo que permite, a personas con movilidad manual limitada, escribir, dibujar y utilizar un dispositivo de pantalla táctil. Como ganadora del concurso pudo aprovechar el esfuerzo de Dyson para difundir la empresa y canalizar valiosos recursos para desarrollar otros aspectos propios de su negocio, como la contratación de personal y la creación de prototipos. Pero lo más importante fue que, como ganador de un concurso de prestigio, su innovación obtuvo inmediata credibilidad. Organizaciones y personas de todo el mundo la contactan para colaborar, probar su producto y proporcionar opiniones que pueden ser útiles para mejorar el diseño. Aconseja a los investigadores-empresarios que -antes de participar en competencias científico-tecnológicas- tramiten una patente para proteger legalmente sus ideas. Alerta, sin embargo, que encontrar concursos y participar en ellos puede distraer la atención de otros aspectos cruciales en la operación de una nueva empresa. Pero concluye señalando que, en su caso, la inversión de tiempo y esfuerzo valió la pena.
(b) “El experto en negocios”: Ulrich Betz – Vicepresidente de Innovación en Merck, Darmstadt, Alemania
Desde 2011 la Merck Innovation Cup reúne anualmente -durante una semana-.a graduados y posdoctorados de todo el mundo para desarrollar, con el apoyo de profesionales experimentados, ideas innovadoras y planes de negocios para resolver necesidades médicas no cubiertas. Los participantes son seleccionados con base en las ideas innovadoras que presentan. Luego se agrupan en equipos y son asesorados por un ex participante. Posteriormente desarrollan -durante la semana- las ideas presentadas para ganar el gran premio de 20 000 €.
El concurso puede ser útil para que los investigadores-empresarios aprendan qué atrae a los inversores y las empresas. El entrevistado expresa que el mejor resultado de este concurso es la creación de un espíritu de colaboración y camaradería. A diferencia de otras competencias, Merck Innovation Cup procura permanecer conectada con los ex participantes y los invita a simposios, les ofrece consultorías pagas, participar en proyectos de investigación o colaborar en el desarrollo de ideas ganadoras en Merck.
(c) “El Juez”: Marjolein Crooijmans – Presidente de la Comunidad de Innovación del Programa de Emprendimiento (EPIC) Internacional de Máquinas de Ingeniería Genética (iGEM), Cambridge, Massachusetts; doctorando en la Universidad de Leiden, Países Bajos
iGEM es un concurso científico en el que compiten anualmente unos 350 equipos internacionales focalizados en soluciones de biología sintética. El entrevistado compitió en 2018 y su favorable experiencia lo motivó a continuar como juez y mentor desde 2019. Algunas de las empresas premiadas son Ginkgo Bioworks en Boston, Massachusetts, que produce bacterias industriales, y Opentrons, en la ciudad de Nueva York, que desarrolla robots para automatizar experimentos biológicos.
Muchos participantes desean que sus ideas presentadas en iGEM se hagan realidad, pero no cuentan con suficiente apoyo de sus instituciones académicas. Por eso, hace 2 años, se puso en marcha iGEM EPIC, con un comité internacional de 21 miembros. Después de los concursos iGEM, si los participantes desean desarrollar aún más sus ideas en empresas emergentes, pueden postularse a EPIC, cuyo objetivo es vincular a los participantes con mentores de sus regiones, además de proveer capacitación sobre cómo formular propuestas comerciales y lanzamientos, así como proporcionar conexiones con aceleradores e inversores de primer nivel en todo el mundo.
(d) “El Académico”: Huichan Zhao – Profesor asociado en la Universidad de Tsinghua, Beijing, China.
El entrevistado fue uno de los 10 ganadores en DAMO Academy Young Fellow 2021 entre 365 postulantes. El premio es organizado, cada año, por el gigante tecnológico chino Alibaba para promover la innovación científica y tecnológica alentando a jóvenes investigadores chinos a embarcarse en proyectos con alto impacto social. El dinero del premio se puede utilizar para renovar laboratorios, contratar personal y realizar estudios acordes con las necesidades del ganador.
La investigación de Zhao se desarrolló en el campo de la “robótica sutil” (robots que tienen componentes tenues y diestros) con enorme potencial en áreas como la medicina de rehabilitación; por ejemplo: materiales para prótesis y músculos artificiales. Señala que, tras recibir el premio, diversos inversionistas y actores de la industria se interesaron por trasladar la tecnología al mercado. Valora sumamente el aumento en la visibilidad, la expansión de sus redes más allá del círculo académico típico, así como conexiones que serán útiles para emprender. El hecho de que el premio provenga de una empresa reconocida internacionalmente, podría atraer más interés de colaboradores talentosos del extranjero.
Sugiere a quienes intentan ganar competencias científicas disponer de una red de apoyo de círculos profesionales y sociales. Las cartas de recomendación de mentores relevantes influyen en la confianza de los comités de selección. También es conveniente ensayar la presentación con personas no expertas, ya que frecuentemente se incluyen no expertos en los paneles de premios.
(e) “El inversor”: Ting Yan Leck – Socio de TRIVE Venture Capital, Singapur)
Antes de invertir en una idea o en un nuevo emprendimiento, un inversor suele examinar un conjunto de factores clave. El primero es cómo se adapta el producto al mercado, teniendo en cuenta al usuario específico, los desafíos que enfrenta ese usuario y las ventajas de la tecnología propuesta sobre las soluciones existentes. A esto le sigue una indagación sobre el tamaño del mercado, la estrategia comercial y el mecanismo de fijación de precios.
Los concursos científico-tecnológicos obligan a los participantes (investigadores-empresarios) a considerar la viabilidad comercial en una etapa temprana de su negocio, así como a ser creativos y perspicaces al perfilar las narrativas en torno a sus ideas de negocios. Sin embargo los investigadores-empresarios deben equilibrar la participación en concursos y la construcción de sus empresas: hay ventajas en participar, pero cada concurso quita tiempo del negocio principal, cuyo desarrollo debe ser el objetivo principal.
2.- Segundo artículo: Cómo las reformas en los premios científicos pueden disminuir la discriminación (2)
Un premio puede elevar el perfil y la visibilidad del trabajo científico-tecnológico, crear oportunidades para el avance profesional, estimular la motivación, suscitar investigaciones de alto riesgo y alta recompensa para promover avances y disrupciones, fortalecer lazos comunitarios y establecer modelos a seguir, así como promover el interés, la inversión y la participación en una disciplina en particular. Pero frecuentemente el tratamiento de las propuestas y el proceso de selección exhiben notorias inequidades, relegando a ciertos candidatos por cuestiones institucionales, de género, raciales, étnicas, entre otras.
Por ejemplo, se denomina “Efecto Matilda” al sesgo que tiende a atribuir las contribuciones de las mujeres científicas a sus contrapartes masculinas, mientras que el “Efecto Matthew” es la tendencia a reconocer a científicos de alto perfil mientras se niega el reconocimiento a los aún no consagrados. Explica también por qué los ganadores de premios al inicio de sus carreras (por haber tenido acceso al supervisor, el tema o la institución “correctos”) tienen mayor probabilidad de continuar recibiendo premios relevantes más adelante.
Los premios Nobel son un buen ejemplo de los referidos sesgos. Las mujeres reúnen solo 4 de los 219 premios Nobel de física, mientras que ningún científico negro fue reconocido por un comité científico del Nobel. Dichos premios también enfatizan demasiado en las contribuciones individuales, perpetuando así la errónea visión de que la ciencia avanza a través de “genios solitarios” en lugar de la colaboración y la cooperación, ignorando así las relevantes contribuciones de colegas que quedan sin reconocimiento. Por otra parte, la mayoría de los premios tienen requisitos de nominación y referencias difíciles de reunir para quienes no pertenecen a las elites.
El artículo aquí reseñado tiene el propósito de mostrar que los premios no son solo una oportunidad para reconocer avances científicos, sino también oportunidades para defender una visión de un futuro más equitativo.
En última instancia, sin embargo, son los prejuicios y los intereses de los integrantes de los paneles de selección y adjudicación los que determinan –con base en sus propios conocimientos, experiencias, preferencias y prioridades como jurados- quiénes resultarán ganadores. Se ha demostrado que los efectos de los sesgos en dichos factores son más pronunciados cuanto menos diversos son los paneles y cuanto menos se difunden los nombres de sus integrantes.
¿Qué más se puede hacer? Hay algunos pasos que los organismos profesionales, las instituciones académicas y las sociedades científicas pueden tomar a corto plazo. La transparencia trae equidad y rendición de cuentas.
Es necesario recopilar y compartir datos sobre: (a) quiénes integran y quiénes orientan a los comités de selección y cuáles son las estrategias para corregir eventuales desequilibrios, y (b) quiénes están y quiénes no están nominados, quiénes son ganadores y con qué fundamentos.
También es necesario: (a) capacitar a los integrantes de comités de selección sobre sesgos conscientes e inconscientes, (b) ejecutar procesos de evaluación consistentes con criterios definidos, (c) alentar a los miembros a cuestionar sus propios prejuicios y estereotipos, (d) evaluar los requisitos para las adjudicaciones, de manera que sean claros, taxativos y explícitamente fundados, (e) alentar a las personas a nominar candidatos más diversos y potenciar los esfuerzos de divulgación. Concluye reiterando la responsabilidad de la comunidad científica para que los premios no solo sean una oportunidad para reconocer los avances científicos, sino oportunidades para defender una visión de un futuro más equitativo.
3.- Tercer artículo: ¿Cómo evaluar la participación en premios como oportunidades de carrera? (3)
La participación en certámenes científico-tecnológicos implica, en general, una alta e intensa dedicación de los distintos integrantes de los equipos de investigación, mientras que –como se señala en los artículos anteriores- los beneficios esperables de un eventual éxito suelen ser sumamente desparejos.
Los investigadores jóvenes suelen tener dificultad para negarse a participar en este tipo de iniciativas. Pero dado que el tiempo y la energía disponibles son limitados y que en el ámbito académico se reciben constantemente demandas y propuestas asociadas a responsabilidades clínicas, de investigación, voluntariado y grupales, es crucial aprender a asignar el tiempo y las energías disponibles a los proyectos más fructíferos en función de los propios objetivos.
Para ello se sugieren los siguientes lineamientos: (a) Establezca sus propios objetivos centrales y sus componentes, (b) Establezca metas –relevantes, alcanzables, específicas, medibles y acotadas en el tiempo- para cada componente del objetivo central, (c) Antes de aceptar cualquier propuesta, considere la inversión y el “costo” (tiempo, esfuerzo, recursos) asociado al compromiso y su relación con los beneficios esperables (es mejor rechazar a tiempo que arrepentirse de haber aceptado), y (d) Mantenga un registro de sus compromisos programados y de los resultados logrados, con la finalidad de reevaluar su sentido, pertinencia y significación con relación a los propios objetivos. Concluye señalando que equilibrar el tiempo y la energía disponibles con el valor estimado de un compromiso es una habilidad que se puede practicar y mejorar para avanzar en la carrera.
Referencias:
(1) “Science competitions can help to catapult your science into the real world: Innovation challenges offer valuable lessons and resources for researcher-entrepreneurs” By Andy Tay. Nature. Career Feature. 28 February 2022. DOI: 10.1038/d41586-022-00581-x
(2) “Why reforming scientific awards can help to tackle discrimination in physics” By Jess Wade. Physic World. Opinion and Reviews. 7 Mar 2022
(3) “How and why to say ‘no’ to colleagues and collaborators: Sometimes it’s best to refuse offers and focus on the right projects to benefit your career” Akshay Shanker & Ruth Gotian. Nature. Career Column. 28 March 2022. DOI: 10.1038/d41586-022-00898-7