Newsletter DPT Nro. 63

ISSN 2618-236X

Agosto / 2021

NOTICIAS EDUCATIVAS Y PEDAGOGICAS
NOTICIAS INTERNACIONALES

La colaboración en la investigación

Un factor esencial para el avance científico-tecnológico

La presente reseña comprende tres (3) artículos. El primero (1) se refiere a los beneficios y riesgos de la colaboración en la investigación. El segundo (2) trata sobre el potencial de los espacios colaborativos heterogéneos para fomentar la innovación y la inspiración. El tercero (3) aborda la problemática de las autorías en los equipos colaborativos.

1.- Primer artículo: La colaboración en la investigación: beneficios y riesgos (1)

Si bien la colaboración en la investigación es esencial para el avance de la ciencia, no es sencillo construir asociaciones inmunes a eventuales conflictos. Una vez que los colaboradores pierden la confianza o el respeto mutuo, resulta difícil preservar al equipo.

Por tanto es conveniente que los investigadores que planean asociarse en un proyecto se aseguren que ningún problema, por difícil que sea, rebase los límites de la concordia. Con tal finalidad es pertinente identificar los posibles puntos de tensión y considerar -desde el principio- un “estatuto de equipo” para establecer claramente los roles, responsabilidades y contribuciones de los participantes, los procesos para resolver eventuales conflictos, así como modelar cómo se tomarán decisiones compartiendo fortalezas, debilidades y métodos de comunicación preferidos.

Uno de los mayores puntos de discordia en las colaboraciones son los relativos al orden de la autoría de los trabajos resultantes. Si bien el orden se puede renegociar a medida que avanza el trabajo, es conveniente dejar claras las pautas con anticipación para evitar tensiones posteriores que podrٳan resultar sumamente costosas.

Los conflictos también pueden surgir cuando los miembros de un equipo tienen diferentes antecedentes disciplinarios, orígenes geográficos, étnicos. Las discusiones francas y abiertas sobre temas delicados son clave para el éxito del equipo.

2.- Segundo artículo: El potencial de los espacios colaborativos heterogéneos para fomentar la innovación y la inspiración (2)

Los espacios colaborativos donde investigadores con diferentes orígenes, intereses y niveles de experiencia pueden compartir ideas y colaborar de manera informal, exhiben un amplio potencial para fomentar la innovación y proporcionar inspiración. Las empresas tecnológicas más innovadoras de EE.UU, así como diversas empresas emergentes de Silicon Valley, tienen espacios donde sus integrantes pueden compartir ideas libremente.

El autor del artículo es un estudiante secundario de un suburbio de New York, quien -como .resultado directo de interactuar con profesores y compañeros de clase- diseñó un dispositivo para mitigar la propagación del SARS-CoV-2 en manijas de puertas, así como un sistema de riego que ganó un premio nacional de ingeniería. Señala que ambos inventos se hicieron realidad gracias a las posibilidades colaborativas provistas por su escuela.

La escuela tiene una incubadora de colaboración llamada Inc.; una sala en la cual estudiantes y docentes comparten sus almuerzos y períodos libres para intercambiar ideas e interrogantes. En esta sala existe absoluta libertad para la curiosidad, creatividad, audacia e innovación.

Según el autor, si no hubiera podido reflexionar sobre ideas junto con sus compañeros y docentes, en ese espacio compartido para la creación -instituido por la propia escuela- nunca hubiera podido soñar sus proyectos, ideas, innovaciones y soluciones. Concluye destacando que los espacios compartidos proporcionan un entorno fértil para el intercambio con asociados, colegas y mentores. También fomentan la curiosidad y el ingenio y proporcionan inspiración, incluso entre personas con formación netamente distinta.

3.- Tercer artículo: Las actitudes de los colaboradores relegados (3)

“Lo sentí como una bofetada en la cara y me eché a llorar”. Así reaccionó una bióloga celular cuando su ex supervisora la convirtió en mera “coautora” de un artículo clave en su posdoctorado. “Percibí que me habían robado el crédito que merecía, pero temerosa de dañar importantes relaciones profesionales, me tragué el orgullo y cedí”.

Estas historias son comunes en la comunidad científica: investigadores jóvenes que dan todo de sí en colaboraciones, para luego sentirse injustamente relegados en las listas de autores de las publicaciones resultantes. A veces ni siquiera integran las listas de autores, permaneciendo como “autores fantasmas”.

Nature habló con diversos investigadores sobre colaboraciones formativas que se convirtieron en disputas entre autores. También escuchó a líderes de laboratorio, editores y patrocinadores que procuran idear un sistema más justo para reconocer las contribuciones individuales en trabajos académicos. A continuación se resumen las consideraciones y los pasos que podrían tenerse en cuenta para mitigar las disputas de autoría y otras tensiones que pueden surgir en las colaboraciones..

(a) La autoría es importante

Dado que los investigadores son evaluados primordialmente por sus publicaciones, el hecho de no figurar en las mismas con el crédito y la visibilidad que merecen es un gran problema para ellos y sus carreras.

Si bien la investigación es un esfuerzo colaborativo, el mercado laboral es altamente competitivo. Mientras que el discurso verbal valoriza la colaboración, la ciencia abierta y la reproducibilidad, el avance en la carrera académica está determinado –en gran parte- por la cantidad de artículos, la relevancia de las publicaciones, las posiciones en las listas de autores y el financiamiento de los proyectos.

(b) Un proceso para resolver disputas

Dado que las listas de autores tienden a ampliarse cada vez más, una menor proporción de investigadores está obteniendo los codiciados primeros puestos en la autoría. Un análisis de 30 millones de artículos del archivo Pubmed y la base de datos MEDLINE determinó que el número promedio de autores aumentó de 1,9 antes de 1975 a 5,9 durante el período 2015-2019.

Las disputas sobre la autoría son frecuentes. Un estudio de miles de artículos publicados reveló que el 46,6% había experimentado desacuerdos sobre la nominación de los autores y que el 37,9% había tenido disputas sobre el orden de los nombres en las listas de autores.

Hay quienes piensan que la clave para reducir las disputas entre autores es utilizar formas detalladas y transparentes de reconocer las contribuciones de la investigación. Desde su lanzamiento en 2014, cientos de revistas han adoptado el sistema CRediT (“Taxonomía de roles de colaboración”), que cuantifica 14 roles en cada proyecto de investigación.

(c) Cómo se computan los créditos

i.- Las pautas del ICMJE

El Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (ICMJE) declara que los autores deberían: (a) haber hecho contribuciones sustanciales en la concepción o diseño del trabajo, o en la adquisición, análisis o interpretación de datos; (b) haber redactado o revisado el artículo, (c) haber aprobado la versión publicada; o (d) ser responsables de esa versión publicada del artículo.

ii.- Las pautas CRediT

Las pautas de CRediT (“Contributor Roles Taxonomy”) requieren que los investigadores cuantifiquen la participación de todos los autores dentro de los siguientes 14 roles distintos:

(1) Conceptualización: Ideas; formulación o evolución de los objetivos y metas generales de la investigación.

(2) Curación de datos: Actividades de gestión para producir metadatos, depurar datos y mantener los datos de la investigación (incluido el código de software, cuando sea necesario para interpretar los propios datos) para su uso inicial y su posterior reutilización.

(3) Análisis formal: Aplicación de técnicas estadísticas, matemáticas, computacionales u otras técnicas formales para analizar o sintetizar datos de estudio.

(4) Obtención de fondos: Obtención del apoyo financiero para el proyecto que conduce a la publicación.

(5) Investigación: Realización de la investigación o proceso de investigación, realizando específicamente los experimentos o la recolección de datos/evidencia.

(6) Metodología: Desarrollo o diseño de la metodología; creación de modelos.

(7) Administración del proyecto: Responsabilidad de gestión y coordinación de la planificación y ejecución de las actividades de investigación.

(8) Provisión de recursos: Suministro de materiales de estudio, reactivos, materiales, pacientes, muestras de laboratorio, animales, instrumentación, recursos informáticos u otras herramientas de análisis.

(9) Software: Programación, desarrollo de software; diseño de programas informáticos; implementación del código informático y de los algoritmos de apoyo; prueba de los componentes de código existentes.

(10) Supervisión: Responsabilidad de supervisión y liderazgo en la planificación y ejecución de actividades de investigación, incluyendo la tutoría externa al equipo central.

(11) Validación: Verificación, ya sea como parte de la actividad o por separado, de la replicabilidad/reproducibilidad general de los resultados/experimentos y otros productos de la investigación.

(12) Visualización: Específicamente la visualización/presentación de datos dentro de la preparación y/o presentación del trabajo publicado.

(13) Redacción-borrador original: Específicamente la redacción del borrador inicial (incluyendo la traducción sustantiva) dentro de la preparación y/o presentación del trabajo publicado

(14) Redacción – revisión y edición: Específicamente la revisión crítica, comentario o revisión (incluyendo las etapas previas o posteriores a la publicación) del trabajo publicado por los miembros del grupo de investigación original.

El detallar el papel que desempeñó cada participante en la investigación permite que todos ellos reciban un justo reconocimiento por su contribución personal al proyecto. Ello aporta importantes beneficios prácticos al ecosistema de la investigación en general; entre ellos: (a) Ayudar a reducir el potencial de disputas entre participantes, (b) Apoyar la adhesión a los procesos y políticas de autoría/contribución, (c) Permitir la visibilidad y el reconocimiento de las diferentes contribuciones, particularmente en trabajos con múltiples participantes, (d) Apoyar la identificación de los revisores, e) Apoyar la concesión de subvenciones permitiendo a los financiadores identificar más fácilmente a los responsables de productos, desarrollos o avances específicos de la investigación, (f) Mejorar la capacidad de rastrear los productos y las contribuciones de los especialistas en investigación y los beneficiarios de las subvenciones, (g) Identificar fácilmente a los posibles colaboradores y las oportunidades de establecer redes de investigación, (h) Informar a la “meta-investigación” para ayudar a mejorar la eficacia y la efectividad científica, (i) Posibilitar nuevos indicadores del valor de la investigación, el uso y la reutilización, y (j) proveer más información y transparencia sobre quién ha hecho qué y quién es responsable de qué.

(d) Consejos para prevenir y evitar disputas

A continuación se enuncian algunos lineamientos básicos para prevenir y evitar disputas en equipos colaborativos de investigación:

i.- Revisar publicaciones anteriores: Antes de decidirse a trabajar en un equipo, verifique -en publicaciones anteriores- si las contribuciones de los miembros del equipo de menor jerarquía fueron reconocidas y de qué manera.

ii.- Leer la letra pequeña: Consulte las pautas de autoría de las revistas a las que el laboratorio envía artículos con frecuencia.

iii.- Concertar la autoría desde el inicio: Si su trabajo contribuye directamente a un artículo, pregunte si figurará como coautor. Es conveniente concertar un “estatuto del equipo” que detalle -de antemano- los roles, responsabilidades y autorías, así como procesos para la resolución de eventuales conflictos

iv.- Mantener registros: Dado que los colegas superiores pueden estar demasiado ocupados para recordar las contribuciones con precisión, haga usted mismo un seguimiento preciso, para poder hacerlo presente si fuera necesario.

v.- Consignar pautas por escrito: Si se convienen pautas de autoría en una reunión, envíe un correo electrónico para asegurarse de que todos estén en sintonía.

vi.- Presentar los reclamos pertinentes: Si descubre que no ha sido incluido como autor, explique cortésmente, en una reunión o en un correo electrónico, por qué cree que debería serlo.

vii.- Apelar cuando corresponda: Si no recibe adecuada respuesta a sus reclamos, puede apelar a la junta de ética en investigación de su institución.

Referencias:

(1) “‘We need to talk’: ways to prevent collaborations breaking down” By Virginia Gewin. Nature 594, 462-463 (2021). Career Feature. 15 June 2021. DOI: 10.1038/d41586-021-01573-z

(2) “Better together: collaborative spaces can inspire scientists of all ages” By Ethan N. Gotian. Nature.18 June 2021. DOI: 10.1038/d41586-021-01658-9

(3.1.) “The authorship rows that sour scientific collaborations” By Nic Fleming. Nature. Nature 594, 459-462 (2021) 14 June 2021 DOI: 10.1038/d41586-021-01574-y

(3.2.) “CRediT: permite diferenciar el reconocimiento de la contribución de cada coautor en un documento académico” Universo Abierto (Blog de la biblioteca de Traducción y Documentación de la Universidad de Salamanca). Enero 2020