N.63 – Primer Foro Mundial de la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió -durante los últimos años- crecientes solicitudes de Estados Miembros para que apoye el fortalecimiento de la capacidad de fabricación local de medicamentos y de otros productos para la salud.

Al respecto, en la 74ª Asamblea Mundial de la Salud, que tuvo lugar –con modalidad virtual– entre el 24 y el 31 de mayo de 2021 (1), se aprobó una resolución sobre producción local de medicamentos (2) (3). Dicha resolución, que fue auspiciada por más de 100 países, reclama específicamente un enfoque más integral e integrador con relación a la cuestión, así como estrategias y planes de acción nacionales, un entorno empresarial propicio, mejoramiento del capital humano, colaboración entre las múltiples partes interesadas y participación en redes regionales y mundiales.

Por su parte, la OMS se comprometió a celebrar el primer Foro Mundial sobre Producción Local, en el que tomarían parte países, asociados y otras partes interesadas para debatir estrategias de promoción de la producción local con el fin de mejorar el acceso a los productos de salud.

El primer Foro Mundial sobre Producción Local se realizó entre el 21 y el 25 de junio pasado, centrado en la promoción de la calidad y de la producción local sostenible para mejorar el acceso –por parte de todos los países- a los medicamentos y a otras tecnologías de la salud (4).

El Foro fue organizado conjuntamente por la OMS, la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Participaron delegados procedentes de más de 100 países, asociados internacionales, grupos de la sociedad civil, asociaciones del sector e importantes inversores. Durante su desarrollo se analizaron las posibilidades y oportunidades de la producción local para el sector, los desafíos que implica y las medidas necesarias para abordarlos.

Las principales conclusiones y recomendaciones del Foro fueron las siguientes:

(a) La pandemia de COVID-19 puso de relieve la importancia de aumentar la fabricación local de medicamentos y otras tecnologías de salud como componente clave para la seguridad mundial.

(b) Uno de los temas principales del Foro fue la producción de vacunas, junto con la función de las nuevas tecnologías y la generación de estrategias de fabricación flexibles a fin de lograr una capacidad de producción sostenida en países de ingresos bajos y medianos.

(c) La función de los gobiernos es fundamental para crear un entorno político propicio y un ecosistema empresarial favorable. Esos esfuerzos deben coordinarse con las partes interesadas a nivel nacional, regional y mundial.

(d) Los organismos nacionales de reglamentación y los fabricantes locales pueden impulsar la producción local de calidad y facilitar un acceso más rápido a las tecnologías de la salud. Para ello, necesitan formación, apoyo y recursos de manera continuada.

(e) La transferencia de tecnologías y la concesión de licencias se consideraron esenciales para expandir la producción. A fin de crear entornos propicios para ello, se consideraron los siguientes factores clave: (a) buena gobernanza, (b) fuerza de trabajo cualificada, (c) acceso adecuado a la información pertinente, y (d) rigurosa evaluación de la capacidad local para recibir y absorber la tecnología transferida.

(f) El escaso acceso al capital implica una limitación crítica para los fabricantes locales de los países de ingresos bajos y medianos. Durante el Foro se manifestó un notorio interés -por parte de los principales bancos de desarrollo y otras instituciones financieras- para invertir en el sector. Se consideró fundamental que los proyectos de fabricación local exhiban sólidos fundamentos para la inversión, en particular un análisis de rentabilidad económicamente viable a largo plazo.

(g) Se recomendó crear un mecanismo que estimule la participación del sector a fin de reforzar la colaboración con (y entre) los distintos organismos pertinentes, con el objeto de transferir tecnologías prioritarias a los países de bajos y medianos ingresos.

(h) La OMS debería establecer un grupo asesor estratégico, en colaboración con los Estados Miembros y sus asociados, para abordar los desafíos actuales y futuros, así como las tendencias en la producción local y la transferencia de tecnología.