N.65 – Conversión de basura plástica en alimento

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el problema global del hambre (que afecta a unos 700 millones de personas) resulta agravado por el crecimiento de la población, la paulatina disminución de la tierra cultivable y las amenazas a la producción de alimentos. Otro factor problemático es la contaminación plástica del entorno natural, que provoca graves impactos negativos en el ambiente, la vida silvestre y la salud humana. Por tanto, la posibilidad de convertir desechos plásticos en alimentos comestibles abordaría simultáneamente la inseguridad alimentaria y la contaminación por plásticos.

El premio Future Insight 2021 establecido por Merck KGaA, Darmstadt, Alemania, tiene como objetivo estimular soluciones innovadoras para resolver algunos de los mayores problemas de la humanidad y contribuir a mejorar las áreas de salud, nutrición y energía. Incluye un financiamiento de €1 millón para la investigación premiada. En 2021 el tema central del premio fue la generación de alimentos, con el objetivo de convertir biomasa no comestible en biomasa comestible.

El premio fue compartido por Ting Lu, profesor de bioingeniería en la Facultad de Ingeniería Grainger de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, y Stephen Techtmann, profesor asociado de ciencias biológicas en la Universidad Tecnológica de Michigan. Ambos especialistas son reconocidos por sus desarrollos en la utilización de microbios y productos químicos para descomponer los plásticos al final de su vida útil y transformarlos en alimentos comestibles. Ambos crearon una tecnología innovadora con el potencial de generar una fuente de alimentos segura y sostenible al tiempo que reduce los daños ambientales asociados con los desechos plásticos y los métodos agrícolas tradicionales.

El núcleo tecnológico común reside en utilizar consorcios microbianos sintéticos (una combinación de microorganismos naturales y otros diseñados racionalmente) para la conversión eficiente de desechos en alimentos fácilmente comestibles. Además, ambos utilizan enfoques de biología sintética para aumentar los probióticos y mejorar la calidad de los alimentos al aumentar el contenido nutricional, mejorar la resistencia a patógenos y agregar beneficios terapéuticos personalizados.

Con el premio, el dúo planea continuar su investigación dirigida a lograr una solución totalmente biológica para la conversión de plástico PET, aumentando los contenidos de bioseguridad y promoción de la salud de los alimentos y expandiendo aún más la tecnología a plásticos adicionales, u otros tipos de desechos, para la generación de alimentos. Dijo Lu: “Como bioingenieros, estamos llamados a usar la ciencia y la tecnología al servicio de la humanidad, mejorando la salud y la nutrición humanas. Es un verdadero privilegio utilizar muestro conocimiento y asociarnos con otros investigadores para abordar problemas críticos”.