N.66 – Expectativas de una creciente longevidad saludable

El término longevidad se refiere a aquellos individuos que logran vivir más tiempo que el que normalmente vive la especie a la que pertenecen. Si bien en todas las épocas ha habido seres humanos longevos (cuyas vidas se extendieron entre los 100 y los 130 años), la hoy denominada “revolución de la longevidad” alude a un notorio incremento en la esperanza de vida humana asociado a los avances en las tecnologías sanitarias y en las ciencias biomédicas (vacunas, antibióticos): cada vez más personas están viviendo más tiempo. En ese marco, la cuestión central reside hoy en lograr una longevidad saludable; en llegar a una edad avanzada en buenas condiciones de salud física y mental, sin enfermedades invalidantes, dolorosas o demenciantes.

La presente reseña comprende doce (12) artículos relativos a las expectativas de una creciente longevidad saludable y a los aportes de la biotecnología para concretarlas. El primer artículo (1) se refiere a las vías para lograr una longevidad equitativa para los distintos sectores socioeconómicos de las sociedades. En el segundo (2) se aborda la prolongación de la vida humana como una cuestión eminentemente genética. En el tercero (3) se señala la existencia de una invariabilidad sustancial en la duración de la vida humana. En el cuarto (4) se enuncia un conjunto de perfiles bio-psico-sociales vinculados a la longevidad. En el quinto (5) se reseñan las características de una iniciativa empresarial en antienvejecimiento por “reprogramación biológica”. El sexto (6) se refiere a la Cumbre de Innovadores Globales de Longevidad Saludable 2021. El séptimo (7) trata sobre la efectividad del ejercicio físico regular para el rejuvenecimiento muscular. En el octavo (8) se proporcionan resultados experimentales acerca del “punto óptimo” de actividad física con relación a la longevidad. El noveno (9) se refiere a la fuerza de prensión (o de agarre) manual normalizada como predictor de esperanza de vida individual. El décimo (10) trata sobre los efectos de factores estresantes sobre la vida útil, el envejecimiento y la esperanza de vida de directores ejecutivos (CEOs) de grandes empresas El undécimo (11) se refiere a la relación entre la longitud de los telómeros y la longevidad. En el duodécimo (12) se enuncian, con base en evidencias, factores que
pueden contribuir a una longevidad saludable.

1.- Primer artículo: La equidad en la longevidad (1.1.) (1.2.) (1.3.) (1.4.) (1.5)

Respecto de la tendencia hacia la creciente “longevidad”, las visiones optimistas enfatizan en la posibilidad de controlar, detener o eliminar los factores causantes del envejecimiento (como el acortamiento de los telómeros cromosómicos, el estrés oxidativo y la glicación). Con tal perspectiva, enfatizan en tecnologías que podrían promover la prolongación de la vida humana, entre ellas las siguientes: (a) Transfusiones regenerativas; (b) Píldoras de la longevidad, (c) Nanotecnología (nanobots) para destruir células tumorales y reparar células dañadas, (d) Inserción de genes de longevidad, (e) Terapias génicas para ralentizar el reloj biológico, (f) Ingeniería de tejidos para reparar o reemplazar órganos y tejidos, (f) Avatares cibernéticos que replican individuos para prevenir, evitar y tratar enfermedades, (g) Clonación de órganos, (h) Manipulación molecular; (i) Animación suspendida mediante congelamiento (hipotermia inducida) y posterior reanimación. Mientras tanto, las visiones pesimistas enfatizan en las amenazas y riesgos que esas mismas tecnologías presentan para degradar o extinguir la vida que se procura prolongar

Por su parte, las visiones críticas –que focalizan en las enormes diferencias entre regiones y países- señalan que la vía para lograr una vida más longeva y saludable para todas las personas no estaría tanto en el desarrollo de novedades tecnocientíficas, sino en la aplicación de conocimientos y recursos ya disponibles, pero cuyo uso está lejos de haberse generalizado (nutrición, agua potable, alcantarillado, cuidado ambiental, técnicas agrícolas).

Dado que la salud y la longevidad son resultado de un conjunto complejo de variables (políticas, sociales, económicas, educativas, laborales, ambientales, de gestión), no cabría esperar que la respuesta a la exigencia de aumentar la esperanza de vida sólo provenga de soluciones tecnológicas. Al respecto, se hace referencia a las siguientes premisas:

(a) En las sociedades con mayor renta, la mejora en esperanza de vida saludable depende mucho menos del desarrollo de complejos medicamentos que de la reducción de hábitos como el tabaquismo, la sobrealimentación, el alcoholismo, el sedentarismo; los accidentes o la presencia de contaminantes ambientales. Por tanto, la educación podría resultar más decisiva que la investigación biomédica.

(b) En los países pobres, la menor longevidad se explica –más que por la ausencia de medicamentos- por la pobreza (malnutrición, carencia de agua potable, ambientes insalubres y contaminados, escasez de personal sanitario, insuficiente acceso a vacunas y antibióticos). Las enfermedades que los afectan han recibido tradicionalmente menos atención desde los laboratorios farmacéuticos, dada las reducidas perspectivas de negocio que ofrecen.

2.- Segundo artículo: Prolongación de la vida humana: una cuestión genética (2.1.) (2.2.)

Desde un punto de vista físico, cualquier organismo es una consecuencia tanto de su composición genética como de sus influencias ambientales. Los genotipos son patrones genéticos únicos heredados de los padres biológicos, mientras que los fenotipos pueden variar debido a modificaciones epigenéticas, que pueden incluir influencias ambientales y de estilo de vida, como estrés, trauma, dieta, socialización y muchos otros factores.

El envejecimiento es un proceso complejo y multifacético que conduce a un deterioro funcional que afecta a distintos órganos y tejidos. El proceso de envejecimiento está asociado –fenotípicamente- con una amplia variedad de características moleculares, celulares y fisiológicas; por ejemplo: alteraciones genómicas y epigenómicas, pérdida de proteostasis, disminución de la función celular y subcelular general y desregulación de los sistemas de señalización.

Aun cuando todavía no se han clarificado las interrelaciones mecánicas y el orden jerárquico de dichas características del envejecimiento, recientemente se descubrió que el daño del ADN origina la gran mayoría de las características del envejecimiento, lo que sugiere la posibilidad de una causa unificadora.

En el artículo aquí reseñado se sintetiza la evidencia acumulada de que el daño del ADN afecta a la mayoría, si no a todos, los aspectos del fenotipo del envejecimiento. Por tanto, focalizar en el daño del ADN y sus vínculos con el fenotipo del envejecimiento proporcionaría un fundamento lógico para desarrollar intervenciones dirigidas a contrarrestar las disfunciones y enfermedades relacionadas con la edad. Pero una cosa es entender cómo funciona el envejecimiento y otra completamente distinta es diseñar nuevos métodos para ralentizar o revertir el proceso de envejecimiento.

En 2020, neurocientíficos del MIT descubrieron una enzima -HDAC1- que podría ser vital para reparar el daño del ADN relacionado con la edad en los genes cognitivos y ligados a la memoria. Los niveles de HDAC1 se reducen en las personas que padecen Alzheimer y en los ancianos en general. Pero los investigadores del MIT sugirieron que HDAC1 podría ser efectivamente una molécula anti-envejecimiento y que podría contribuir a revertir los efectos del envejecimiento o la pérdida cognitiva resultante.

3.- Tercer artículo: Los límites de la longevidad humana (3.1.) (3.2.)

Las tasas de envejecimiento, en todas las especies animales, están fuertemente correlacionadas con otros aspectos vitales (tasa de natalidad, tiempo de gestación, edad de la primera reproducción, tasa metabólica, mortalidad), así como con rasgos morfológicos (tamaño corporal y tasa de crecimiento). Por tanto, comprender la naturaleza y el alcance de las limitaciones biológicas sobre la tasa de envejecimiento es fundamental para identificar posibles objetivos de intervención para extender la esperanza de vida humana y para comprender las fuerzas evolutivas que han dado forma a la esperanza de vida dentro y entre las especies.

El artículo aquí reseñado tiene el objetivo de determinar en qué medida los parámetros y limitaciones biológicas determinan o condicionan el ritmo y las caracterٳsticas del envejecimiento. Para el estudio se reunió una colección de 39 conjuntos de datos vitales para: (a) distintas poblaciones de siete (7) géneros de primates no humanos (salvajes y cautivos), y (b) nueve (9) poblaciones humanas no alcanzadas por los avances modernos en salud pública, medicina y niveles de vida.

Respecto del riesgo de muerte específico por edad, se verificó que –en todas las especies- el riesgo de muerte es alto al inicio de la vida, disminuye y permanece relativamente bajo hasta la edad adulta temprana y luego aumenta con la edad como resultado de la senescencia. Respecto de la posibilidad de que los seres humanos podamos ralentizar nuestro propio ritmo de envejecimiento, los hallazgos apoyan la idea de que: (a) desde los tiempos en que la esperanza de vida era baja, la reducción en la mortalidad de los lactantes y en la mortalidad independiente de la edad contribuyeron notoriamente a un sucesivo aumento en la esperanza de vida colectiva, (b) dichas mejoras fueron, en gran parte, el resultado de avances sociales, económicos y de salud pública, (c) hoy es poco probable lograr una prolongación sustancial en la esperanza de vida colectiva, y (d) queda por ver si los futuros avances podrán superar las limitaciones biológicas identificadas.

En el estudio se verifica la hipótesis de la “tasa invariable de envejecimiento” (cada especie tiene una tasa de envejecimiento relativamente fija que probablemente no resultará afectada por los esfuerzos antienvejecimiento). Ello implica limitaciones biológicas sobre cuánto se puede ralentizar la tasa humana de envejecimiento. Si bien las mejoras sociales, económicas y en atención de la salud contribuyeron a que más personas vivan más tiempo (aumento en la esperanza de vida) los resultados del estudio sugieren que, hasta ahora, los avances no han podido superar las limitaciones biológicas de nuestra especie. Las recomendaciones son entonces: (a) dejar de temer al envejecimiento, ya que su única alternativa es la muerte, (b) vivir lo mejor posible mientras se pueda y tratar de disfrutar la vida al máximo, y (c) procurar ser mejores personas y cuidar a quienes nos rodean.

4.- Cuarto artículo: Perfiles bio-psico-sociales vinculados a la longevidad (4)

Dentro de los ya señalados factores biológicos y contextuales, cabe destacar que nuestras decisiones, comportamientos, actitudes, pensamientos y emociones influyen en nuestra calidad y cantidad de años vida.

Investigadores del Instituto Metropolitano de Gerontología de Tokio se preguntaron si las personas longevas comparten determinadas características de personalidad. Evaluaron a 70 personas centenarias que mantenían sus funciones cognitivas intactas y a 1.812 personas con una edad comprendida entre los 60 y 84 años. Todos se sometieron a un test de personalidad a través del cual se analizaron los siguientes cinco (5) rasgos: (i) estabilidad emocional, (ii) extraversión, (iii) apertura a nuevas experiencias, (iv) amabilidad, y (v) responsabilidad.

Rasgos favorecedores de la longevidad

Con base en los resultados del estudio, los investigadores concluyeron que existen tres (3) rasgos de personalidad que favorecen la longevidad:

(a) Responsabilidad: La persona responsable (autodisciplinada, concienzuda, cuidadosa, eficiente, ordenada, planificada, confiable y centrada en sus objetivos) tiene una mejor salud, realiza más ejercicio físico de manera regular y es menos propensa a desarrollar hábitos dañinos como beber y fumar en exceso. Como cuida mejor su salud, podría vivir más.

(b) Extraversión. La persona extravertida disfruta de la compañía de los demás, se desenvuelve bien en los contextos sociales y se interesa por lo que sucede a su alrededor. También suele ser optimista y autoeficaz, confiando en sus capacidades para lograr los resultados deseados, todo lo cual contribuye a reducir el impacto del estrés y sus efectos nocivos sobre la salud física y mental.

(c) Apertura a nuevas experiencias. La persona abierta a la búsqueda activa de nuevas experiencias enriquecedoras suele cultivar una amplia fama de intereses y tiene una mayor imaginación, sensibilidad y curiosidad intelectual. Es probable que ello las ayude a afrontar de manera más positiva las pérdidas propias de la edad avanzada, de manera que buscan otros motivos de satisfacción que les generen emociones positivas.

Rasgos perjudiciales

Los estudios también coinciden en que la inestabilidad emocional se asocia con niveles elevados de ansiedad o depresión, preocupaciones excesivas y pensamientos negativos recurrentes. Dichos factores se vinculan a una amplia gama de enfermedades (como problemas cardíacos, deficiencias del sistema inmunitario y asma) que prácticamente duplican el riesgo de muerte con relación a personas con buena estabilidad emocional. Las personas inestables emocionalmente suelen interpretar las situaciones ordinarias como amenazantes, se frustran con facilidad o se sienten abrumadas por problemas corrientes de la vida cotidiana. Ello las somete a un elevado nivel de estrés que las resiente tanto en lo físico como en lo psicológico. Pero cabe tener en cienta que esas personas también pueden aprender a lidiar mejor con sus emociones, aprender técnicas de gestión del estrés, abrirse a nuevas experiencias y desarrollar una actitud más consciente ante la vida.

5.- Quinto artículo: Una iniciativa empresarial en antienvejecimiento por “reprogramación biológica” (5.1.) (5.2.)

En octubre de 2020, se reunió un importante grupo de investigadores en Los Altos Hills (California, EE.UU.) para una conferencia de dos días sobre cómo se podría utilizar la biotecnología para rejuvenecer a las personas. Los intercambios de esa reunión condujeron a la formación de una empresa llamada Altos Labs Inc. que aplica tecnología de “reprogramación biológica” para rejuvenecer células en laboratorio con el propósito de potenciar y prolongar la vida humana.

La nueva compañía, ya establecida en EE.UU. y Reino Unido, propone realizar una investigación sin restricciones sobre cómo envejecen las células y cómo revertir ese proceso. Su filosofía de investigación está sustentada e impulsada por la curiosidad y la libertad de ser audaces y explorar. Inicialmente, Altos financiará a investigadores para generar conocimiento y tecnología, sin una expectativa inmediata de productos ni de ingresos. La pregunta principal en la fase actual es cómo adaptar la reprogramación biológica para rejuvenecer a animales de manera segura, y si el proceso se puede llevar a cabo con medicamentos comunes, en lugar de mediante la ingeniería genética.

La la tecnología de reprogramación biológica exhibe un efecto indiscutible y repetible en experimentos de laboratorio cuando se aplica a células individuales. Se puede tomar una célula de una persona de 80 años e, in vitro, revertir la edad en 40 años. En la actualidad no hay otra tecnología que pueda lograrlo. Algunos investigadores se muestran escépticos acerca de la posibilidad de trasladar -en el corto plazo- dicha tecnología hacia una terapia humana. Si bien el concepto es sólido, la reprogramación no solo hace rejuvenecer a las células, sino que también cambia su identidad.

Altos también trabajará con la tecnología del “reloj biológico” (iniciada por Horvath) para medir la edad relativa de una persona mediante la medición de las marcas “epigenéticas” en los genes. Tal biomarcador del envejecimiento permitiría medir el efecto de cualquier fármaco desarrollado para la longevidad o la reversión de la edad. Existe una fuerte conexión científica entre el reloj biológico y la reprogramación, ya que ésta parece funcionar remodelando las marcas epigenéticas en el genoma de una célula a un estado previo de madurez. Eso significa que Altos podrٳa trabajar en la vanguardia tanto de las causas como de la medición del rejuvenecimiento.

6.- Sexto artículo: Cumbre de Innovadores Globales de Longevidad Saludable 2021 (6.1) (6.2.) (6.3.)

Se prevé que, para 2030, la cantidad de personas ancianas superará a la de personas jóvenes. Este fenómeno demográfico, sin precedentes en la historia humana registrada, plantea importantes desafíos sociales, económicos y de salud. Pero también presenta una oportunidad sin precedentes para acelerar la investigación, la innovación y la iniciativa en el campo de la longevidad saludable en todo el mundo. Una longevidad saludable significa vivir más tiempo manteniendo la salud y el bienestar físico, mental y social, de manera que las personas puedan continuar activas en sus familias y comunidades, permanecer en la fuerza laboral, contribuir a la economía y disfrutar de una vida plena y productiva hasta edades avanzadas.

La Academia Nacional de Medicina (NAM) de EE.UU. celebró en septiembre de 2021 su Cumbre de Innovadores Globales de Longevidad Saludable, con el apoyo de Johnson & Johnson Innovation y de la Fundación John A. Hartford. El evento se llevó a cabo con modalidad virtual, durante tres días, el 13, 14 y 22 de septiembre. Reunió a líderes de la industria, académicos, investigadores, científicos y emprendedores cuyo trabajo contribuye al campo de la longevidad saludable. Los participantes pudieron conocer las innovaciones galardonadas en sus primeras etapas, escuchar a líderes en el campo de la longevidad saludable y concertar la creación de redes para fomentar la colaboración interdisciplinaria e intersectorial.

Durante la Cumbre se honró a los 154 galardonados internacionales de los NAM Healthy Longevity Catalyst Awards 2020, que premian ideas audaces, innovadoras y potencialmente transformadoras para mejorar -de manera medible y equitativa- la salud y el bienestar (físico, mental y social) durante el envejecimiento de las personas; especialmente aquellos enfoques que desafíen los paradigmas existentes o propongan nuevas metodologías o conceptos.

Actividades de la Cumbre

Las principales actividades de la Cumbre fueron las siguientes:

Conferencia magistral visionaria: Eric Verdin disertó sobre el futuro de la longevidad saludable, las oportunidades de innovación y los avances científicos emergentes.

Foro y debate con ganadores del premio Catalyst International: Esta sesión incluyó breves presentaciones de ocho Catalyst Awardees internacionales, seguidas de un panel de discusión con los premiados.

Keynote visionario: Mehmood Khan expuso sobre un modelo líder en el trabajo relacionado con longevidad saludable.

Premios Acelerador de longevidad saludable: Esta sesión incluyó una descripción general de la Fase Aceleradora de la Competencia Global de Longevidad Saludable, el anuncio de los galardonados del Desafío QuickFire de Johnson & Johnson Innovation, y una sesión de preguntas y respuestas con los patrocinadores del Acelerador JJI y el Banco Europeo de Inversiones y de la Fundación kENUP

Anuncio de los ganadores del premio Catalyst 2021 y resumen de la cumbre: Esta sesión incluyó un anuncio de los ganadores del Premio Catalyst internacional 2021 por parte de los directores de las organizaciones colaboradoras / patrocinadoras globales. La sesión concluyó con un resumen de la Cumbre de Innovadores y el futuro de la Competencia Global de Longevidad Saludable.

Innovadores premiados en competencia global para mejorar la longevidad saludable (6.4.)

La NAM, junto con ocho organizaciones globales que representan a más de 50 países y territorios, anunció los ganadores de los Healthy Longevity Catalyst Awards (Premios Catalizador de Longevidad Saludable) 2021. Entre las más de 1.000 propuestas presentadas por Innovadores de todo el mundo, resultaron premiadas 25 propuestas referidas a cuestiones como detección de enfermedades, prevención de caídas y accidentes, preservación del equilibrio, dispositivos de acompañamiento, esparcimiento y alerta, entre otras (en el artículo fuente detalla la nómina de propuestas, junto con los respectivos galardonados y su inserción institucional).

El presidente de la NAM -Victor J. Dzau- expresó: “Me complace ver los avances en esta competencia global y dar la bienvenida a una nueva cohorte de investigadores, innovadores y emprendedores por su ambicioso trabajo para extender la salud humana. Este grupo diverso e interdisciplinario está ayudando a mejorar el bienestar físico, mental y social de las personas a medida que envejecen”, “Esperamos continuar apoyando a los nuevos investigadores en el campo de la longevidad y estimulando avances que impactarán las vidas de las generaciones venideras“.

Otras organizaciones que participaron en el otorgamiento de los premios Catalyst fueron: Academia Sinica de Taiwán; Academia China de Ciencias Médicas; Universidad China de Hong Kong y Universidad de Hong Kong; EIT Health de la Unión Europea; Agencia de Investigación y Desarrollo Médico de Japón; Ministerio de Salud y Fundación Nacional de Investigación de Singapur; Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile; e Investigación e Innovación del Reino Unido. Los resúmenes de las iniciativas premiadas están disponibles en www.healthylongevitychallenge.org.

A medida que los galardonados y finalistas en la Fase Catalizador (Catalyst Phase) avanzan en sus trabajos, se tornan elegibles para recibir apoyo en la segunda fase de la competencia, la Fase Aceleradora (Accelerator Phase), cuyos tres patrocinadores globales (Johnson & Johnson Innovation LLC, Eisai Co. y Fundación kENUP en nombre del Banco Europeo de Inversión) lideran la gestión de la competencia y la adjudicación de premios. Johnson & Johnson Innovation fue el primer patrocinador de Accelerator Awards a través del lanzamiento del NAM Healthy Longevity QuickFire Challenge. Durante la sesión inaugural de la Cumbre Mundial de Innovadores 2021 se anunciaron cuatro ganadores del primer QuickFire Challenge de longevidad saludable(el artículo fuente detalla los proyectos y su inserción institucional). Recibirán un total de hasta U$S 750,000 y tutoría de expertos del grupo empresario Johnson & Johnson para avanzar en sus proyectos. Todos los galardonados en 2021 serán invitados a participar en la Cumbre Anual de Innovadores 2022, en Washington DC, para compartir su trabajo con legisladores, investigadores, inversores e innovadores de todo el mundo.

El próximo ciclo de la fase catalizador se abrirá en enero de 2022 y las solicitudes se aceptarán durante aproximadamente seis semanas. Tras el proceso de evaluación y selección, los ganadores se anunciarán a mediados de 2022.

En la fase final de la competencia global, el Gran Premio, se adjudicarán uno o más premios de hasta U$S 5 millones por una innovación revolucionaria que tenga como objetivo extender la vida saludable y útil de las personas. Puede accederse a mayor información sobre la Competencia Global Grand Challenge de NAM en https://healthylongevitychallenge.org/phases/#catalyst-phase

7.- Séptimo artículo: La efectividad del ejercicio físico para el rejuvenecimiento muscular (7.1.) (7.2.)

Tener una vida activa y realizar ejercicio físico tiene múltiples efectos favorables sobre la salud: (a) disminuye el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares y oncológicas, y (b) activa adaptaciones en el tejido muscular esquelético que influyen en el metabolismo del músculo a través de cambios en la expresión génica, así como de otros mecanismos que pueden inducir respuestas en otros órganos.

En el estudio aquí reseñado investigadores de la Universidad de Copenhague muestran cómo el ejercicio físico produce cambios epigenéticos que pueden repercutir en la salud a través de su influencia sobre la expresión génica. La hipótesis central focalizó en que el entrenamiento con ejercicios de resistencia remodela la actividad de los potenciadores de genes en el músculo esquelético y que esta remodelación contribuye a los efectos beneficiosos del ejercicio en la salud humana.

Los investigadores analizaron la expresión y marcas epigenéticas presentes en el tejido muscular de personas sedentarias, antes y después de un intenso programa de entrenamiento físico de seis semanas. Tras el entrenamiento, se recopiló información sobre diversas características físicas y metabólicas, la cual indicó que se habían producido mejoras en la eficacia metabólica y cardiorrespiratoria de los participantes. Respecto de los cambios moleculares se detectó un aumento de actividad en 641 genes (entre los que destaca un enriquecimiento de aquellos que dan lugar a proteínas secretadas), y una disminución en 176 genes. Además, se determinó que el entrenamiento físico dio lugar a una remodelación epigenética en las regiones intensificadoras de muchos genes, reflejada a través de cambios en las modificaciones de las proteínas histonas alrededor de las cuales se organiza el ADN. El siguiente paso se dirigió a conectar las regiones intensificadoras con genes concretos, obteniéndose una lista de los genes que podrían mediar los efectos beneficiosos del ejercicio. Por último se halló que las regiones intensificadoras identificadas en el estudio están enriquecidas en variantes genéticas relacionadas con el sistema circulatorio y con las funciones cognitiva, cardiovascular y renal.

Se concluye señalando que el estudio proporciona evidencia de que el ejercicio físico de resistencia induce cambios epigenéticos en las regiones reguladoras denominadas intensificadoras o mejoradoras (enhancers) de múltiples genes cuya acción puede inducir los beneficios en la salud.

8.- Octavo artículo: El “punto óptimo” de actividad física con relación a la longevidad (8)

Diversas investigaciones han sugerido que las personas activas viven más que aquellas que realizan escasa actividad física. Según dos nuevos estudios a gran escala sobre la relación entre actividad física y longevidad, para aumentar las posibilidades de vida longeva deberíamos dar, al menos, 7000 pasos al día o practicar deportes como tenis, ciclismo o trote por más de 2,5 horas a la semana. Dichos estudios, que en conjunto reunieron un seguimiento de más de 10.000 personas durante varias décadas, muestran que ciertas actividades físicas en cantidades adecuadas reducen el riesgo de muerte prematura hasta en un 70%. Pero también sugieren que, en términos de longevidad, quizá haya un límite máximo para los beneficios de ser activo, y que sobrepasar ese umbral podría no aumentar años a nuestras vidas, e incluso (en casos extremos) podría ser perjudicial.

Los estudios muestran que la actividad física está relacionada con la duración de la vida, pero no que ser más activo provoque, de manera directa, una mayor esperanza de vida. De cualquier manera, ambos estudios proporcionan -en conjunto- información útil para quienes desean vivir bien durante mucho tiempo: (a) El punto óptimo de actividad con relación a la longevidad se sitúa en torno a los 7000 u 8000 pasos diarios o entre 30 y 45 minutos de ejercicio casi todos los días, y (b) Una mayor actividad puede mejorar marginalmente las probabilidades de tener una vida larga, pero no mucho, mientras que mucho más actividad podría, en algún momento, resultar contraproducente.

9.- Noveno artículo: La fuerza de prensión normalizada: un predictor de esperanza de vida individual (9)

La evidencia empírica destaca la importancia de la fuerza muscular como factor protector para la salud y la funcionalidad de las personas mayores. Frecuentemente se señala que mantener la fuerza muscular, especialmente durante la vejez, es sumamente importante para la longevidad y el envejecimiento independiente. El estudio aquí reseñado tuvo el propósito de examinar hasta qué punto la “baja fuerza manual de agarre (o “prensión”) normalizada” –en inglés: “Low Normalized Grip Strength (LNGS)”- sirve como un biomarcador tanto para la enfermedad cardiometabólica como para la discapacidad física en adultos estadounidenses y chinos.

En la muestra se incluyeron adultos de mediana edad y adultos mayores de la encuesta estadounidense U.S. National Health and Nutrition Examination Survey 2011–2012 y 2013–2014 (n = 4.544), y del 0la China Health and Retirement Longitudinal Study, cohorte 2011 (n = 6.030) y 2013-2014 (n = 4.544) La fuerza de agarre se evaluó utilizando un dinamómetro de empuñadura y se normalizó a la masa corporal. Se utilizaron modelos de regresión logística ponderada para evaluar la asociación entre NGS y diabetes, hiperglucemia, hipertrigliceridemia, colesterol HDL bajo, hipertensión y estado de discapacidad física, todo ello controlado por edad, sexo y características sociodemográficas.

Las mujeres con fuerza de agarre manual menor de 48 libras y los varones con fuerza de agarre manual menor de 85 libras fueron categorizados como de “músculos débiles”. El equipo de investigación halló que las personas con “músculos débiles” tenían un 50% de probabilidad de fallecer antes que aquellas con músculos más fuertes. Los resultados de esta prueba llevaron al equipo a concluir que medir la fuerza de agarre debería convertirse en un elemento básico de los exámenes físicos de rutina -tanto para adultos mayores como de mediana edad- considerando que son eficientes y fáciles de realizar. Ello permitiría intervenciones más tempranas, lo que podría conducir a una mayor longevidad e independencia de las personas.

10.- Décimo artículo: Efectos de factores corporativos estresantes sobre la vida útil, el envejecimiento y la esperanza de vida de directores ejecutivos (CEOs) de grandes empresas (10.1) (10.2.)

Los directores ejecutivos (CEOs) de grandes empresas suelen: (a) trabajar muchas horas por día, (b) tomar decisiones importantes (como pautas para negociaciones complejas, políticas de despidos o de cierre de plantas), (c) enfrentar tensiones e incertidumbre en tiempos de crisis, y (d) ser monitoreados y criticados duramente cuando sus desempeños son inferiores a los esperados.

En el estudio aquí reseñado se analiza el impacto que los factores corporativos estresantes pueden tener en el envejecimiento y la esperanza de vida de los CEOs de grandes empresas estadounidenses que cotizan en bolsa. La muestra adoptada incluyó 1.605 CEOs de 49 industrias, incluidas principalmente la banca, la manufactura y el comercio minorista. Las estimaciones indican que la vida útil de los CEOs aumenta en 2 años, con relación a la media, en períodos de relativa calma en las industrias, y disminuye en 1,5 años en períodos de crisis o recesión. En segundo lugar, aplicando técnicas de aprendizaje automático (AA) (“machine learning”) basadas en “redes neurales”, se evaluaron los signos visibles de envejecimiento en imágenes de CEOs, estimándose que la exposición a un shock de stress aumenta la edad aparente de los CEO con relación a la edad cronológica. La muestra incluyó 3.086 fotografías de CEOs en diferentes momentos durante sus mandatos. Se utilizaron principalmente fotografías de Getty Images con registro de las fechas de toma, eludiendo así los posibles sesgos de los sitios web de las empresas. El software de AA fue entrenado con más de 250.000 imágenes. Para la estimación de la edad aparente se usó ChaLearn Looking At People 2016 (https://chalearnlap.cvc.uab.cat/).

La principal conclusión para las empresas reside en la necesidad de tener en cuenta los efectos del estrés en el diseño de incentivos para directivos, gerentes y empleados. El estrés no solo tiene efectos a largo plazo, sino que también afecta la productividad inmediata. Diseñar incentivos para que las personas estén satisfechas con su trabajo (y no siempre estresadas) podría no solo tener saludables beneficios a largo plazo, sino que también podría afectar el valor de la empresa o la creación de valor.

11.- Undécimo artículo: Relación entre la longitud de los telómeros y la longevidad (11)

La longitud de los telómeros y su relación con la salud es un campo de investigación sumamente activo. Los telómeros son estructuras que protegen a los cromosomas, y que se acortan en cada división celular. Cuando la longitud telomérica se acerca a cierto límite, la célula no puede continuar replicándose y entra en lo que se denomina apoptosis o muerte celular programada con el propósito de liberar al organismo de esas células envejecidas. La longitud telomérica está asociada al envejecimiento y es, de hecho, uno de los parámetros que permiten calcular el llamado ‘límite de Hayflick’, que marcaría nuestra longevidad potencial máxima: entre 120 y 130 años de vida.

El Grupo de Telómeros y Telomerasa del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO, Madrid, España), dirigido por María Blasco, publicó recientemente publicó trabajos mostrando que no solo la longitud de los telómeros al nacer, sino la velocidad a la que se acortan, son predictores de longevidad potencial. Con relación a la Covid-19 (cuestión focal del artículo aquí reseñado) los resultados muestran que, a menor longitud de los telómeros, mayor severidad de la enfermedad, algo que va en paralelo a la edad. Además, los pacientes con pronóstico grave o agudo mostraban una mayor velocidad de acortamiento telomérico comparados con los leves o moderados, y menor longitud de los telómeros, de forma independiente a su edad. Y curiosamente, a igualdad de edad las mujeres tenían telómeros más largos que los varones, lo que se corresponde con la menor mortalidad por Covid-19 en féminas.

Blasco contempla la posibilidad de utilizar la telomerasa (la enzima que se encarga de alargar los telómeros) como una terapia potencial tras la infección. Pero considera que tener telómeros más largos no tiene por qué ser necesariamente beneficioso. Por ejemplo, el acortamiento telomérico asociado al envejecimiento puede tener un efecto protector contra el cáncer, dado que a medida que envejecemos serían más probables los errores de replicación que podrían convertir una célula en tumoral, el acortamiento telomérico induciría el fin del ciclo vital y la supresión de estas células indeseables. Por otro lado, se sabe que las personas con telómeros demasiado largos, si bien tienen menor riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el envejecimiento (como las cardiovasculares), pueden incrementar su riesgo de padecer algunos tipos de cáncer.

Por tanto, antes de aplicar estos tratamientos con telomerasa, como terapia para las enfermedades relacionadas con el envejecimiento o bien como una estrategia para ralentizarlo, mejorar la calidad de vida e incluso alargar la vida, debería asegurarse que no se activan otros efectos colaterales indeseables.

12.- Duodécimo artículo: Factores que pueden contribuir a una longevidad saludable (12.1) (12.2)

Recientes investigaciones multidisciplinarias indican que las dietas, la actividad física y la actitud mental adecuadas pueden retrasar el proceso de envejecimiento y las enfermedades relacionadas con éste. Algunos estudios indican que la expectativa de vida humana viene aumentando unos tres meses por año desde mediados del siglo XIX, lo que puede explicarse simplemente por la disminución de muertes en etapas más tempranas de la vida. Si se evitan más muertes durante la juventud y mediana edad, se  aumenta la cantidad de personas que llegan a la vejez y pueden vivir muchos años.

Está claro que ciertos hábitos y estilos de vida saludables pueden agregar varios años de expectativa de vida y reducir sustancialmente los gastos en salud. Los resultados de la investigación sobre la longevidad podrían contribuir a una mejor salud durante la vejez, con menos enfermedades y discapacidades relacionadas con la edad.

Entre los facfores que  parecen activar genes que ralentizan el envejecimiento y el envejecimiento celular en el artículo reseñado se desracan la dieta, el ejercicio y la actitud.

Con relación a la dieta se señala que, para maximizar la “expectativa de vida saludable” (Healthy Life Expectancy), al menos el 50% de la proteína debería provenir de fuentes vegetales y el resto de pescados grasos de aguas frías, moderar la ingesta de carbohidratos de almidón (como pastas y papas) y en lo posible  reemplazarlos por legumbres o vegetales, que contienen más fibra y minerales que los carbohidratos refinados. También exhibe eficacia la restricción de todos los alimentos. Se ha demostrado que las dietas que “simulan” el ayuno —planes a cinco días de mínima ingesta de ciertos alimentos y nutrientes- son más seguras que el ayuno absoluto.

Por su parte, el ejercicio físico permite “simular” las situaciones estresantes que vivían nuestros antepasados. La gimnasia “cardio” favorece la multiplicación de las mitocondrias (las “centrales eléctricas” de las células).Nair sugiere hacer 35 minutos de entrenamiento de alta intensidad (HIIT) tres días a la semana, dos días no consecutivos de entrenamiento de fuerza, enfocándose en los músculos centrales, brazos y piernas, con tres series para cada grupo muscular; y caminatas de 7000 a 10.000 pasos en los otros dos días de la semana. También recomienda intentar hacer al menos tres minutos de movimiento después de cada hora de estar sentado.

Otros potenciadores de la longevidad saludable parecen asociarse a las relaciones amorosas a largo plazo (por ejemplo: tener pareja estable) y al optimismo, que sería una de las constantes en casos de longevidad excepcional.