N.71 – Efectos de la pandemia Covid-19

Durante la pandemia Covid-19 el personal de sanidad del mundo pagó un alto precio en su salud, seguridad y bienestar. La mortalidad, morbilidad, ausencias y agotamiento exacerbaron la escasez preexistente de trabajadores sanitarios y socavaron las capacidades de los sistemas de salud para responder a la mayor demanda de atención y prevención durante la crisis.

Esta reseña comprende dos artículos. El primero (1) se refiere al impacto de la pandemia sobre la salud mental de los trabajadores de los servicios de salud en las Américas. El segundo (2) trata sobre una nueva guía lanzada por OIT y OMS para reforzar la protección de los trabajadores sanitarios ante la Covid-19.

1.- Primer artículo: Efectos de la pandemia en la salud mental de los trabajadores de los servicios de salud: estudio global y resultados para América Latina (1.1.) (1.2.) (1.3.)

“The Covid-19 HEalth caRe wOrkErs Study (“HEROES”)” es un estudio prospectivo multicéntrico de cohorte que evalúa: (a) el impacto de la pandemia de Covid-19 en la salud mental de los trabajadores de los servicios de salud en 26 países de 4 continentes, y (b) cómo dicho impacto resulta afectado por factores -individuales, familiares, laborales y sociales- interrelacionados. Los propósitos del estudio son: (i) generar evidencia científica respecto de la salud mental del personal de salud, y (ii) con base en dicha evidencia, contribuir a generar intervenciones y políticas que permitan afrontar las consecuencias negativas de la pandemia de Covid-19 sobre la salud mental del personal de salud.

El informe referido a América Latina

Durante 2020 el equipo del estudio “HEROES” concertó una colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para analizar el estado de la salud mental de los equipos de salud que trabajaron durante la pandemia de Covid-19 en la Región de las Américas. Dicha colaboración se formalizó mediante un convenio institucional entre la Universidad de Chile, la Universidad de Columbia y la OPS.

El informe aquí reseñado recoge la evidencia generada a partir de la encuesta basal del estudio para once (11) países de la Región de las Américas que participaron en el estudio: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, México, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela. Los aspectos abordados en el informe son los siguientes: (1) Funcionamiento de la red y del estudio HEROES, (2) Descripción del personal de salud y de sus niveles de malestar psicológico, síntomas depresivos e ideación suicida, (3) Presentación de ejemplos de países de la Región que permiten comprender el rol de los respectivos contextos, (4) Descripción de las relaciones entre malestar psicológico, síntomas depresivos y factores individuales, laborales y sociales del equipo de salud, y (5) Sugerencias para el abordaje de la salud mental del personal de salud de la Región.

Con base en los resultados obtenidos se destaca que: (a) entre el 14,7% y 22,0% del personal de salud presentó síntomas que permiten sospechar un episodio depresivo, (b) entre el 5% y 15% del personal de salud afirmó presentar ideación suicida, y (c) recibieron atención psicológica entre el 11% y 25% de quienes dijeron necesitarla.

A partir de los resultados obtenidos se recomienda: (a) contar con políticas de gobierno específicas para la salud mental de la población, y en particular del personal de salud, (b) priorizar un enfoque de género para el manejo de las enfermedades laborales, (c) apoyar a los equipos de salud que cumplen roles de cuidado, (d) detectar de forma temprana el malestar psicológico, los síntomas de ansiedad y depresivos, u otros problemas de salud mental, (e) prestar apoyo e intervenir dentro y fuera de los espacios laborales específicos para los equipos de salud, y (f) incrementar la disponibilidad y mejorar el acceso a servicios de psalud mental al personal de salud con síntomas de depresión severos e ideación suicida. Se concluye señalando que la confianza en la organización en la que se trabaja, así como en la capacidad de los gobiernos de hacer frente a una situación de crisis, es esencial para abordar la sobrecarga de los equipos de la salud y proteger su salud mental.

2.- Segundo artículo: Efectos de la pandemia en un entorno de desprotección de la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores sanitarios: una guía para mejorar las salvaguardias (2.1) (2.2.) (2.3.)

Dado que la pandemia de Covid-19 continúa ejerciendo una gran presión sobre los trabajadores sanitarios, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicaron una nueva guía sobre el desarrollo y la implementación de programas de salud y seguridad laboral para dichos trabajadores. Dicha guía ofrece recomendaciones sobre cómo: (a) aprender de la experiencia transitada, (b) proteger mejor a los trabajadores de la salud a través de la aplicación de programas sostenibles, abarcando los diversos riesgos laborales (sépticos, ergonómicos, físicos, químicos y psicosociales), (c) abogar por una mejora sistémica y sustancial de la gestión de la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores a nivel nacional, subnacional y de los centros de salud, y (d) describir el papel que deben desempeñar los gobiernos, los empleadores, los directivos, los trabajadores y los servicios de salud laboral en la promoción y protección de la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores sanitarios, así como de la necesidad de establecer mecanismos eficaces para garantizar la colaboración continua entre dichos actores.

Destaca que la inversión, la formación, el seguimiento y la colaboración continuos son esenciales para mantener los avances en la aplicación de los programas. Según ambas entidades los países que han desarrollado y están aplicando activamente programas de salud y seguridad en el trabajo para los trabajadores han experimentado reducciones en las lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo y en las ausencias por enfermedad, así como mejoras en el entorno laboral, la productividad del trabajo y la retención de los trabajadores de la salud.

Antes de la pandemia, el sector sanitario se encontraba ya entre los más peligrosos para trabajar. Los trabajadores sanitarios sufrían infecciones, trastornos y lesiones musculo-esqueléticas, violencia y acoso en el lugar de trabajo, agotamiento y alergias por déficits en el ambiente laboral. En la actualidad, más de un tercio de los centros de salud carece de puestos de higiene para los trabajadores y menos de un sexto de los países cuenta con una política nacional que favorezca un ambiente laboral saludable y seguro en el sector sanitario.

La guía sostiene que la inversión, formación, seguimiento y colaboración continuos son esenciales para mantener los avances en la aplicación de los programas para cuidar a esos trabajadores esenciales. Deben establecerse mecanismos eficaces para garantizar la colaboración continua entre empleadores, directivos y trabajadores de la salud, con el objetivo de proteger la salud y la seguridad en el trabajo.