N.76 – El acceso a un medio ambiente limpio

Esta reseña comprende dos artículos. El primero (1) se refiere a la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas que reconoce -como derecho humano universal- al acceso a un medio ambiente limpio, sano y sostenible. El segundo (2) trata sobre cómo la ciencia nuclear puede contribuir a preservar el medio ambiente.

1.- Primer artículo: El acceso a un medio ambiente limpio y saludable fue declarado como un derecho humano universal (1)

Con 161 votos a favor, 8 abstenciones (*) y ningún voto en contra, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó, el 28/07/2022, una resolución que reconoce el acceso a un medio ambiente limpio, sano y sostenible como un derecho humano universal.

El texto, presentado en junio pasado por Costa Rica, Maldivas, Marruecos, Eslovenia y Suiza, y copatrocinado ahora por más de 100 países, señala que el derecho a un medio ambiente sano está relacionado con el derecho internacional y afirma que su promoción requiere la plena aplicación de los acuerdos medioambientales multilaterales. También reconoce que el impacto del cambio climático, la gestión y el uso insostenibles de los recursos naturales, la contaminación del aire, la tierra y el agua, la gestión inadecuada de los productos químicos y los residuos, junto con la consiguiente pérdida de biodiversidad, interfieren en el disfrute de este derecho, y que los daños ambientales tienen implicaciones negativas, tanto directas como indirectas, para el disfrute efectivo de todos los derechos humanos.

La resolución, basada en un texto similar adoptado el año pasado por el Consejo de Derechos Humanos, pide a los Estados, las organizaciones internacionales y las empresas que intensifiquen sus esfuerzos para garantizar un medio ambiente sano para todos.

Un hito para afrontar la triple crisis medioambiental

Tras conocerse la noticia, el Secretario General de la ONU, António Guterres, se congratuló esta “resolución histórica” y dijo que este hito demuestra que los Estados miembros pueden unirse en la lucha colectiva contra la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Añadió que la resolución también ayudará a los Estados a acelerar el cumplimiento de sus obligaciones y compromisos en materia de medio ambiente y derechos humanos. Guterres subrayó, sin embargo, que la adopción de la resolución “es sólo el principio” e instó a las naciones a hacer de este derecho “una realidad para todos, en todas partes”. Cabe señalar que en la Argentina ese derecho tiene sustento constitucional (**).

En otra declaración, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, celebró la decisión de la Asamblea y se hizo eco del llamamiento del Secretario General para que se tomen medidas urgentes para aplicarla. “Hoy es un momento histórico … La resolución de la Asamblea General es muy clara: los Estados deben cumplir sus compromisos internacionales e intensificar sus esfuerzos para hacerlos realidad. Todos sufriremos efectos mucho peores de las crisis ambientales, si no trabajamos juntos para evitarlas colectivamente ahora”, dijo.

Una victoria tras cinco décadas y un catalizador para actuar

“Desde su aparición en la Declaración de Estocolmo de 1972, el derecho a un medio ambiente sano se ha integrado en constituciones, leyes nacionales y acuerdos regionales. La decisión de la Asamblea General eleva el derecho al lugar que le corresponde: el reconocimiento universal”, explicó la responsable del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente de la ONU, Inger Andersen. El reconocimiento del derecho a un medio ambiente sano por parte la Asamblea General y de otros foros de la ONU será un catalizador para la actuación en favor de un medio ambiente sano y limpio y capacitará a los ciudadanos de a pie para exigir responsabilidades a sus gobiernos. “Por tanto, el reconocimiento de este derecho es una victoria que debemos celebrar. … Pero ahora debemos aprovechar esta victoria y aplicar el derecho”, añadió Andersen.

Triple respuesta a la crisis

El derecho ahora reconocido será crucial para hacer frente a las tres principales amenazas medioambientales interrelacionadas a las que se enfrenta actualmente la humanidad: el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad, todas ellas mencionadas en el texto de la resolución. Cada una de estas cuestiones tiene sus propias causas y efectos, y deben resolverse si queremos tener un futuro viable en la Tierra: (a) Las consecuencias del cambio climático son evidentes, a través del aumento de la intensidad y gravedad de las sequías, la escasez de agua, los incendios forestales, la subida del nivel del mar, las inundaciones, el deshielo de los polos, las tormentas catastróficas y la disminución de la biodiversidad, (b) la contaminación del aire es -según la OMS- la mayor causa de enfermedad y muerte prematura en el mundo, con más de 7 millones de personas que mueren prematuramente cada año debido a la contaminación, y (c) el declive o la desaparición de la diversidad biológica -que incluye animales, plantas y ecosistemas- repercute en el suministro de alimentos, el acceso al agua potable y la vida tal como la conocemos.

(*) Los ocho Estados que se abstuvieron fueron: China, Rusia, Bielorrusia, Camboya, Irán, Kirguistán, Siria y Etiopía.

(**) Constitución Nacional de la República Argentina Art. 41: “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley”. Ver también “El derecho a un medio ambiente sano: Dictámenes del Ministerio Público Fiscal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (2012 – 2020)” www.mpf.gob.ar/dgdh/files/2018/08/Cuadernillo_10-2.pdf

2.- Segundo artículo: ¿Cómo puede contribuir la ciencia nuclear a preservar y restaurar el medio ambiente? (2)

Desde hace mucho tiempo los seres humanos venimos sobreexplotando y contaminando los entornos naturales con consecuencias nefastas: cambio climático extremo, grandes pérdidas de biodiversidad y aparición y propagación de nuevas enfermedades. En el artículo aquí reseñado el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). destaca 4 ámbitos en los que la ciencia y la tecnología nuclear contribuyen a proteger, conservar y restaurar el medio ambiente.

1. Mitigación del cambio climático: Entre las principales causas del cambio climático se destacan las emisiones de carbono procedentes de la quema de combustibles fósiles. Para reducir estas emisiones, y en última instancia erradicarlas, es preciso que los gobiernos, la industria y los ciudadanos emprendan una labor conjunta y a gran escala para adoptar otras fuentes que produzcan energía con bajas emisiones de carbono, como la renovable y la nucleoeléctrica. Las centrales nucleares apenas generan emisiones de carbono al producir electricidad y, por ende, pueden ser clave en la transición energética del mañana. El OIEA presta apoyo a los países que cuentan con programas de energía nucleoeléctrica y produce una cantidad considerable de publicaciones y materiales sobre la posible contribución de la energía nucleoeléctrica a la descarbonización y a la acción climática. El OIEA ha puesto recientemente en marcha una iniciativa para impulsar la producción de hidrógeno con energía nuclear, con objeto de ayudar a descarbonizar algunos de los sectores que más dependen de los combustibles fósiles, como la industria y el transporte.

2. Reciclaje de desechos plásticos: La contaminación por plásticos es actualmente uno de los desafíos ambientales más acuciantes, tanto en los suelos como en los mares. Dado que los métodos convencionales no permiten reciclar una importante cantidad de plásticos, el OIEA está trabajando con los países para hallar otras opciones basadas en la tecnología de la radiación. El OIEA puso en marcha NUTEC Plastics, una niciativa en que se emplean métodos especializados para rastrear y cuantificar con precisión el movimiento y los efectos de las partículas de microplásticos y de los co‑contaminantes conexos en el medio ambiente, lo que permite determinar la situación y las tendencias en relación con las partículas de plástico marino, evaluar sus efectos en los animales marinos e idear escenarios de riesgo para adoptar decisiones fundamentadas. Con esta iniciativa también se pretende aumentar la cantidad de plásticos reciclables gracias al uso de tratamientos por irradiación, como la reticulación, la escisión de cadenas, los injertos u otras modificaciones de superficies.

3. Análisis de la contaminación ambiental: La presencia de sustancias contaminantes en el aire, el agua o el suelo afecta a los ciclos biológicos, geológicos y químicos. Mediante el uso de herramientas y técnicas nucleares, los expertos pueden estudiar estos procesos y ocuparse de los contaminantes y de los entornos en los que se acumulan: (a) Contaminación atmosférica: las herramientas nucleares e isotópicas pueden usarse para rastrear los metales pesados, los gases de efecto invernadero y las partículas y gases radiactivos en la atmósfera, (b) Contaminación terrestre: las técnicas nucleares permiten detectar y medir con precisión los contaminantes, (c) Contaminación del agua: las técnicas nucleares e isotópicas más avanzadas permiten medir la contaminación y recopilar datos útiles para las autoridades que se ocupan del medio ambiente. El OIEA presta asistencia a los países que desean monitorizar, diseñar y evaluar iniciativas de protección del medio ambiente mediante el uso de dichas técnicas.

4. Gestión de los recursos hídricos: La supervivencia humana depende del agua potable disponible en el planeta. Gracias al análisis de ciertos isótopos en el agua (“hidrología isotópica”) puede evaluarse si es sostenible la cantidad de agua que usamos en diversas actividades, como el consumo, la industria y la agricultura. El OIEA presta apoyo a los países que desean aplicar técnicas nucleares e isotópicas a la gestión y protección de los recursos hídricos a través de su Laboratorio de Hidrología Isotópica.