N.83 – “La ingeniería es el motor de la innovación”

En los dos artículos aquí reseñados (1) (2), el Dr. Ing. Ricardo Armentano, Director de la carrera de Bioingenierٳa del IUDPT muestra que la investigación en ingeniería es, sencillamente, el motor de la innovación.

En una economía global impulsada por el conocimiento, la innovación tecnológica, entendida como la transformación del conocimiento en productos, procesos y servicios, es fundamental para la competitividad, para el crecimiento a largo plazo de la productividad y para la generación de riqueza.

La preeminencia en innovación tecnológica requiere el liderazgo en todos los aspectos de la ingeniería: (a) la investigación como puente entre los descubrimientos científicos y sus aplicaciones prácticas, (b) la enseñanza de las destrezas necesarias para crear y explotar conocimiento e innovación tecnológica, y (c) la profesión y la práctica de la ingeniería para traducir conocimientos en innovaciones, productos y servicios competitivos.

La innovación impulsada por el país que prevemos y queremos, requerirá sin duda de profesionales que posean sólidas bases para diseñar y generar productos con importante valor agregado, para satisfacer demandas y más aún para superar expectativas en esta época donde la tecnología evoluciona muy rápidamente. Pero además deben disponer de herramientas para desenvolverse en dominios que tal vez no existen al momento de recibir su diploma y para enfrentar un contexto globalizado de crisis planetaria, pero asimismo de grandes oportunidades.

En sus trabajos pioneros (1) (2), Armentano desarrolló dos objetivos principales: (a) Proponer un abordaje disruptivo para mejorar la calidad de la educación en ingeniería, con base en un enfoque holístico con el lema “La ingeniería es el motor de la innovación”, y (b) Proponer la implementación de un curso seminal en los primeros años de la carrera (*), para desafiar y motivar a los alumnos empoderando sus habilidades creativas e innovadoras, habida cuenta que la creatividad despierta el poder que yace en nuestra imaginación: es osadía y aventura para descubrir y aprender de los cambios. La creatividad no es algo mágico, no es un atributo inherente a nuestros genes o una bendición otorgada por los ángeles. Es una habilidad.

La sinergia entre Ingeniería y Biología, la cual evoluciona tan rápido como lo hacen cada una de estas disciplinas, nos permite ofrecer bases confiables para generar fuertes interacciones entre entidades asistenciales e industriales asociadas a campos relacionados con los sistemas vivos y la salud. Armentano propone articular estos campos con base en la premisa de que los nuevos profesionales deben enfrentar diferentes situaciones o crisis debido a las denominadas “islas de excelencia”. A menudo, el esfuerzo por recordar las clases de los profesores conspira contra la propia capacidad de análisis, lógica y razonamiento. Una educación universitaria que no estimula la mente crítica y no enseña a pensar no es educación superior sino capacitación para la sumisión.

Armentano dedicó gran parte de su trayectoria a revisar los programas de educación en Bioingeniería, identificando la aplicación de nuevos paradigmas pedagógicos en los que el pensamiento crítico es la clave: un desafío holístico que consiste en una nueva forma de enseñanza, aprendizaje, innovación, comunicación e intercambio con actitud creativa. Propone “rediseñar” a los ingenieros para trabajar en un mundo híbrido donde la tecnología, la ciencia, el humanismo y otras tendencias se fusionan e interconectan.

En consecuencia, la ingeniería se convierte en una profesión cuyos límites no están especificados, y donde la tecnología es la causa de un espléndido amalgamiento entre ciencia, arte y gestión, extendiendo el ámbito de su misión institucional. Sobre la base de que una generación cada vez más educada y conectada a la Internet se está sublevando contra el abuso de poder y las amenazas que existen en el planeta entero, Armentano propone un nuevo paradigma para mejorar la educación de la Ingeniería en Biología y Medicina, estimulando a los docentes con este enfoque y motivando a los estudiantes, a partir del fomento de la creatividad y la capacidad innovadora en la currícula basada en la tecnología consciente, con una motivación humanista y una visión global.

(*) Algunas características del curso seminal propuesto se presentan en la sección Noticias Educativas y Pedagógicas Nacionales, noticia “Un espacio para fortalecer el compromiso y la motivación de estudiantes de Bioingeniería: Curso introductorio holístico e integrador para el ejercicio de capacidades creativas e innovadoras”