N.95/97 – Empresas de biotecnología en la Argentina

El Instituto Universitario para el Desarrollo Productivo y Tecnológico Empresarial de la Argentina (IUD) organizó, junto con CA.DI.ME, la conferencia “Empresas de biotecnología: indicadores clave de la actividad”, la cual tuvo lugar el 25 de marzo en el auditorio del IUD. Disertó la Dra. Gabriela Bortz, integrante del Centro de Investigaciones para la Transformación (CENIT) de la Universidad Nacional de San Martín, coautora del trabajo reseñado en su exposición (*) y profesora de la Maestría en Bioeconomía que el IUDPT prevé lanzar en el segundo cuatrimestre de este año. La disertante reseñó los resultados del 1er. Censo Argentino de Empresas y Startups Bio, el cual fue realizado como una iniciativa conjunta entre la Agencia de I+D+i, la Cámara Argentina de Biotecnología (CAB), la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN), el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y el CENIT/EEyN – UNSAM (institución en la que se desempeña la expositora). Además, tuvo el apoyo del Cluster de Biotecnología de Córdoba y del Cluster Bio de la Provincia de Santa Fe.

Señaló que el sector biotecnológico en la Argentina está integrado por 340 empresas (de las cuales el 43% responde a la categoría de startups creadas después de 2015), que emplean a casi a 20.000 trabajadores. Casi la mitad de las empresas del sector se dedica a la provisión de productos y servicios para el agro y la salud humana. Las empresas relevadas facturaron unos 3.700 millones de dólares en el último ejercicio consolidado, de los cuales 700 millones correspondieron a exportaciones. Destacó que “el contexto macroeconómico representa el principal obstáculo a la innovación para el 85% de las empresas relevadas”. Señaló que las razones centrales de esa percepción son “la incertidumbre económica y financiera, así como las dificultades para importar no sólo equipamiento, sino incluso insumos y materias primas”. Subrayó también la relevancia de “las dificultades para obtener financiamiento”, mencionada por el 73% de las empresas entre los obstáculos para la actividad. Las empresas del sector invirtieron, en el último ejercicio, 90 millones de dólares en innovación, con casi 36 millones en investigación y desarrollo. Precisó que 35 de las startups consiguieron algún aporte de capital de riesgo¸ que otras 39 empresas creadas en la última década recibieron inversión privada y que 49 empresas accedieron a beneficios estatales otorgados por las leyes de Economía del Conocimiento, de Biotecnología Moderna y de Promoción de la Bio y Nanotecnología. Recalcó, al respecto, que “cualquier corte en el financiamiento de este tipo de actividades interrumpe el pipeline de desarrollo de productos de las empresas”. Esto incluye, por ejemplo, desde vacunas, terapias y métodos de diagnóstico para salud humana hasta nuevas variedades de plantas genéticamente modificadas y bioinsumos para el sector agropecuario. Completan la lista de obstáculos más relevantes los déficits en infraestructura para investigación y desarrollo y escalado, junto con los prolongados tiempos y elevados costos del encuadramiento regulatorio, identificados por el 60% de las firmas del sector. Para concluir la presentación, Matías Piccolo, también integrante del CENIT y coautor del trabajo reseñado (*), se refirió a la concentración geográfica de la actividad. Destacó que la ciudad y la provincia de Buenos Aires, junto con Santa Fe y Córdoba reúnen al 80% de las empresas y que “falta un desarrollo más equilibrado y distribuido”.

Asistieron a la conferencia el rector del IUD, Mariano Álvarez, y la secretaria de Ciencia y Tecnología del instituto universitario, Cintia Hernández, quien presentó la exposición, junto con miembros de la comunidad académica, de la industria biotecnológica, investigadores y docentes.