N.98/100 – El primer sistema impulsado por IA

Uno de los grandes desafíos en materia de inteligencia artificial (IA) reside en desarrollar herramientas aptas para investigar y aportar nuevos conocimientos científico-tecnológicos. Los actuales modelos de investigación con apoyo de IA aún requieren una amplia supervisión humana y están limitados a tareas específicas.

En el artículo aquí reseñado se presenta “The AI ​​Scientist”, el primer sistema integral -totalmente impulsado por IA- para ejecutar investigaciones científico-tecnológicas de forma totalmente automática y autónoma. Fue desarrollado por la empresa japonesa Sakana AI en colaboración con el Laboratorio Foerster para la investigación en IA de la Universidad de Oxford y Jeff Clune y Cong Lu de la Universidad de Columbia Británica. El sistema automatiza todo el ciclo de la investigación, desde la generación de ideas para investigar, la codificación necesaria, la búsqueda de literatura pertinente, el planeamiento y ejecución iterativa de experimentos, la generación de figuras y gráficos, hasta la enunciación y resumen de los resultados, su visualización y la presentación de las premisas, supuestos, procesos y hallazgos en un artículo científico completo. Incluye también un proceso automatizado de revisión por pares que evalúa -con una precisión similar a la humana-.los artículos generados, redacta comentarios y mejora la presentación. El proceso automatizado se repite para desarrollar ideas iterativamente de manera abierta y agregarlas a un archivo creciente de conocimiento, imitando así a la comunidad científica humana. Uno de sus logros más destacados es la capacidad para generar artículos científicos completos a un costo notablemente bajo. Según el equipo de investigación, este proyecto propaga los beneficios transformadores de la IA a todo el proceso de investigación, incluido el de la propia IA, hacia un despliegue ilimitado de la creatividad y la innovación para resolver los problemas más desafiantes de la humanidad. Sin embargo, algunos críticos cuestionan la viabilidad de un sistema de IA para lograr descubrimientos científicos genuinos y la posibilidad de que The AI Scientist inunde el proceso de revisión por pares con investigaciones de baja calidad, degradando la literatura científica.

Como sucede con muchas tecnologías innovadoras, The AI ​​Scientist abre una “caja de Pandora” de nuevos problemas. Por ejemplo, la capacidad de crear y enviar artículos automáticamente a los medios podría aumentar significativamente la carga de trabajo de los revisores, lo que podría afectar al control de calidad científica. Además, el uso generalizado del revisor automático en línea podría reducir significativamente la calidad de las revisiones e imponer sesgos indeseables en los artículos. Por otra parte, el sistema podría utilizarse para investigaciones poco éticas o perjudiciales; por ejemplo, para crear nuevos virus o venenos. Concluye señalando que, si bien se prevé que The AI ​​Scientist será un gran aliado para los investigadores humanos, solo el tiempo dirá hasta qué punto la naturaleza de la creatividad humana y los momentos de innovación fortuita pueden replicarse mediante un proceso de descubrimiento llevado a cabo por agentes artificiales.