N.61 – La experimentación con modelos animales

Aun cuando la experimentación con animales es cada vez más cuestionada, continúa siendo imprescindible en la investigación biomédica. Por ejemplo, hoy no se dispondría de ninguna de las vacunas contra la COVID-19 sin los ensayos preclínicos realizados con diferentes modelos animales, que permitieron valorar la seguridad e inmunogenicidad de las candidatas antes de evaluarse en ensayos clínicos en personas.

Los métodos alternativos que se están desarrollando -como los modelos “en silicio” (por simulación computacional) o “in vitro” (en laboratorio)- no permiten hoy prescindir de la experimentación animal para valorar propuestas terapéuticas frente a diversas enfermedades. Además, la experimentación con modelos animales es hoy exigida por las agencias reguladoras para conocer las dosis máximas toleradas, la farmacocinética, el perfil de seguridad y de eficacia de un fármaco antes de autorizar los primeros estudios en humanos.

La Unión Europea (UE) viene adoptando, desde inicios de este siglo, sucesivas medidas para evitar al máximo la manipulación de animales. Hace ya más de una década que los estudiantes no trabajan con animales, sino con vídeos o artefactos de simulación. Tampoco se usan animales, sino modelos artificiales, en el desarrollo de cosméticos.

La aprensión: un caso de manifiesto maltrato animal

Los cuestionamientos contra la experimentación con animales se agudizaron, hacia abril 2021, con la difusión de un vídeo grabado furtivamente en las instalaciones de una empresa española prestadora de servicios de experimentación animal bajo contrato. (1) (2)

Las escenas que aparecen en el vídeo (de maltrato, de falta de empatía y respeto hacia los animales) son netamente condenables y fueron investigadas internamente por la empresa, y externamente por las autoridades competentes, que ya suspendieron cautelarmente la actividad investigadora en la empresa y pusieron los hechos en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) y de la Fiscalía.

Desde la comunidad científica fue unánime el rechazo a las prácticas denunciadas. La Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE), a través de su Comisión de Estudio del Uso de Animales en Investigación Científica, promotora desde 2017 del Acuerdo de Transparencia sobre el Uso de Animales en Experimentación Científica en España, convino apartar temporalmente del acuerdo a la empresa en cuestión mientras se investigaba lo sucedido. Por su parte, la Asociación Europea de Investigación Animal (EARA) insistió en la necesidad de realizar una investigación independiente de los hechos.

La experimentación con animales es una de las actividades científicas más estrictamente reguladas en España y en la Unión Europea. Solo se permite en aquellos casos que esté debidamente justificado y razonado, cuando no puedan usarse métodos alternativos, en centros oficialmente registrados, por parte de personal capacitado y formado -técnica y éticamente- para ello, y tras obtener la autorización de la autoridad competente.

Dicha experimentación debe llevarse a cabo de acuerdo con los siguientes principios de las “tres erres”: (a) reemplazo: reemplazar los estudios con animales por métodos alternativos siempre que sea posible, (b) reducción: reducir el número de animales en cada procedimiento a los estrictamente necesarios para poder obtener resultados concluyentes, y (c) refinamiento: aplicar en todo momento los métodos más avanzados para maximizar el bienestar animal y minimizar su posible daño.

Marco regulatorio en la Argentina

Dado que en la República Argentina no existe una legislación nacional específica sobre la utilización de animales de laboratorio para experimentación biológica o biomédica, corresponde aplicar, en lo que sea pertinente, la Ley 14.346 sobre la Protección de los Animales del año 1954. La Universidad de Buenos Aires (UBA) dispone de un Reglamento para el cuidado y uso de animales de laboratorio en la UBA (Resolución Nº 4081/2004) (3). Se halla en trámite legislativo un proyecto de ley (Expediente 6758-D-2016) sobre “Protección para los animales de experimentación utilizados con fines científicos y educativos. Creación de la “Comisión Nacional de Experimentación Animal – CONADEA” Fecha: 29/09/2016 (4). Existe también un Sistema Nacional de Bioterios coordinado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Secretaría de Articulación Científico Tecnológica. Sistemas Nacionales), que tiene la misión de generar políticas para optimizar el estado, funcionamiento y prestación de servicios de los bioterios del país que alojan animales de laboratorio para cría, experimentación, ensayo biológico o docencia (5). Cabe destacar asimismo que la mayoría de las instituciones nacionales que trabajan con animales de laboratorio disponen –en sus propios ámbitos- de Comisiones Institucionales para el Cuidado y Uso de Animales de Laboratorio (CICUAL).